Choque en Pittsburgh con sabor a playoffs

PITTSBURGH.- Para los Steelers y los Bills de Buffalo, la postemporada comienza hoy por la noche en el Heinz Field. Y ambos equipos llegan a este duelo con credenciales prácticamente idénticas en la campaña, lo que augura un auténtico choque de trenes con sabor a playoffs.

Por un lado, los Bills (9-4) han ganado tres de sus últimos cuatro partidos para tomar el control en la lucha por el primer comodín de la Conferencia Americana. Equipado con una feroz defensiva, Buffalo no ha permitido más de 21 puntos en 11 de sus 13 encuentros esta temporada y es el segundo mejor equipo en ese rubro de toda la NFL. Contra el ataque aéreo, los Bills ostentan la tercera mejor defensiva.

Por el otro, los Steelers (8-5) han ganado siete de sus últimos ocho encuentros para convertir un inicio de 1-4 en una temporada que los tiene actualmente con el segundo boleto como comodines en la Americana. De igual forma, su defensiva ha sido protagonista de la transformación, al encabezar a la NFL en robos de balón con 33 y capturas de quarterback con 48.

Esa renovada versión de la “Cortina de Acero” de la década de 1970 tendrá que hacer frente al pasador de segundo año Josh Allen, quien totaliza 17 pases de touchdown y ocho intercepciones, además de ocho anotaciones por la vía terrestre, al frente de la vigésima ofensiva de la NFL, una unidad que promedia apenas 21 puntos por encuentro, pero es la quinta mejor por la vía terrestre.

El panorama en el ataque de Pittsburgh luce, en números, menos alentador. Los Steelers son la 23ra ofensiva en puntos, pero penúltima por la vía aérea.

Con todo, el ataque será conducido por el novato Devlin Hodges, quien busca convertirse en el primer quarterback no reclutado en el draft en ganar sus primeros cuatro inicios en la NFL desde al menos 1967. Los posibles regresos del running back James Conner y el wide receiver JuJu Smith-Schuster, ambos miembros del Pro Bowl la campaña anterior, serían importantes para la anémica ofensiva de Pittsburgh, ambos se han ausentado durante tres encuentros.

Un triunfo para los Bills les garantizaría un lugar en la postemporada por segunda ocasión en tres años. Una derrota los colocaría de inmediato por debajo de Pittsburgh en la contienda por los playoffs y comprometería su puesto en postemporada.

Lucha por la cima del Sur en la AFC

Desde que asumió la titularidad como quarterback de los Titans en reemplazo de Marcus Mariota en la semana siete, Ryan Tannehill ha ganado seis de siete encuentros y ha encaminado a Tennesse a anotar 31.4 puntos en promedio por partido.

De golpe, los ha involucrado en la lucha por un pasaje de playoffs en la Conferencia Americana. Ahora, el equipo tiene frente a sí la oportunidad de enviar un mensaje y ratificar su buen momento en un duelo por la cima del Sur.

Los Texans (8-5) han brillado por su inconsistencia, capaces de derrotar a líderes divisionales como Patriots y Chiefs, pero también de caer ante Panthers (5-8) y Broncos (5-8). Con un quarterback de los pergaminos de Deshaun Watson y un receptor All-Pro como DeAndre Hopkins, Houston tiene la 11ma mejor ofensiva y el indudable talento para ingresar a playoffs.

Lo que le falta es regularidad.

Es ahí donde los Titans (8-5) se destacan. Tennessee ha ganado cuatro en fila, todos con al menos 31 puntos a favor, lo que resalta la transformación que encabezó Tannehill en una ofensiva que promediaba apenas 16.3 puntos por encuentro. El resurgimiento de Tannehill ha permitido, también, el despegue del running back Derrick Henry, segundo en la NFL con 1.243 yardas terrestres, incluidas 599 durante la racha ganadora, en la que ha anotado siete veces.

Es un duelo de alto riesgo, aunque ciertamente no definitivo, debido a que ambos conjuntos volverán a verse las caras en la última semana de campaña regular en casa de los Texans, posiblemente jugándose la vida.