La contienda: Mujeres combativas y revolucionarias
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Le presentamos las posturas de personalidades influyentes en diferentes partidos políticos respecto a temas que a usted le interesan. En esta entrega se discute la relevancia del género femenino en el ámbito político.
El rol de la mujer en política, se ha transformado. México ha tenido importantes transformaciones en el desarrollo del campo social, económico y político, por mucho que nos impacten por su enorme trascendencia pocas veces nos detenemos a pensar en las causas o en las razones.
No exagero en afirmar que en todas estas transformaciones, siempre ha habido una causa central, y siempre ha existido alguien que ha desatado su energía: la mujer mexicana.
En cada lugar, en cada comunidad, en cada rincón del país en donde se despliegue un esfuerzo cotidiano. ahí están siempre las mujeres participando.
La mujer ha tenido que enfrentarse a diferentes pruebas para poder avanzar en un mundo exclusivamente de hombres. Ante todo ha debido competir con astucia para demostrar la aptitud que tiene para desempeñarse en labores entendidas antes como específicas para ser cumplidas por los hombres. Después de incursionar en distintas tareas ha podido desarrollar y planificar su vida para cumplir todos los roles exitosamente: esposa, madre, jefa y líder. La mujer está abarcando, cada vez más, puestos de gran relevancia y poder. Uno de los campos en los que va teniendo obligaciones importantes es en el de la política. Sin embargo, estos logros han acarreado nuevos retos, oportunidades y dilemas que anteriormente no conocíamos.
La mujer ha encontrado una oportunidad en el Partido Revolucionario Institucional (PRI), gracias a esa lucha y al esfuerzo de mujeres revolucionarias logramos que en 1953 la constitución reconociera el derecho a votar, nuestras mujeres han venido recogiendo a lo largo de los años un cúmulo de experiencias y acciones que nos han permitido construir el camino hacia una sociedad incluyente y justa en la cual sean reconocidos y garantizados plenamente nuestros derechos.
Hablar de mujeres es sinónimo de fuerza, sensibilidad, entrega, lealtad, trabajo, institucionalidad y respeto, base sólida para alcanzar mayores espacios que requieren de una actitud combativa; para muestra tenemos a Beatriz Paredes Rangel quien coordina los esfuerzos del priísmo nacional.
En Coahuila, la dirigencia que encabeza el Lic. Rubén Moreira Valdez y Julieta López Fuentes ha motivado para que cada vez se sumen más mujeres a esta noble encomienda: la política. Nuestros líderes han reconocido a las mujeres aprender y avanzar, lo que ha hecho que muchas de ellas se conviertan en mujeres exitosas, lo cual ha permitido que algunas de las propuestas de las mujeres se constituyan en políticas públicas.
Si alguien me pregunta de qué me siento más orgullosa en la vida, sin titubear contestaría que de tres cosas. Primero: de ser mujer mexicana; segunda: de vivir en un maravilloso estado como Coahuila, y tercera: de militar en el Partido Revolucionario Institucional (un partido que me abrió las puertas hace 25 años y el cual me ha permitido crecer políticamente y como ser humano).
Las mujeres de Coahuila apoyamos el compromiso de Humberto Moreira con la política de promoción y garantía de los derechos de las mujeres, expresado en su programa, el cual invita a la participación y a la democracia con enfoque de género. Tenemos la certeza de que las mujeres podemos aportar, de forma eficiente, a la gestión administrativa del Gobierno de la Gente.
El espacio se agota y tengo tanto qué decir. hace falta tanto por hacer, hace falta tanto por lograr, pero quiero dejar en mis amigas y amigos lectores una reflexión final:
La política no es un juego. es una carrera o una profesión en la que tienes que prepararte para no cometer errores, no puedes actuar al tanteo y mucho menos improvisar. Las mujeres no podemos quedarnos sentadas a esperar a que nos llegue el poder, ¡vayamos tras él! ¡Exijámoslo! Demostremos a la sociedad y al mundo entero que las mujeres además de inteligentes somos capaces de conquistar y triunfar en todos los espacios que anteriormente eran exclusivos de los hombres.