La desnudez, ¿te cuesta trabajo?
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Un especialista del Instituto de Estudios sobre Sexualidad y Pareja habla sobre la visión de hombres y mujeres, así como de los mitos y realidades que giran en torno al despojo de la ropa
La sexualidad y todos los temas que de ella se derivan siguen causando ruido entre los mexicanos debido a la formación judeocristiana que rige los cánones de comportamiento y convivencia social.
Los seres humanos llegamos al mundo sin prendas que cubran el cuerpo, y a pesar de que la desnudez es un estado natural del ser humano, con el paso de los años la gente le ha dado un simbolismo adicional que encasilla a las personas.
De acuerdo con Sergio Moreno, terapeuta sexual del Instituto de Estudios sobre Sexualidad y Pareja (Inesspa), los seres humanos "llegamos desnudos a la vida, es lo más natural que existe. Con el paso del tiempo le hemos dado ciertos simbolismos a la desnudez, que si está muy tapado significa que es recatado, que si está muy destapado es facilito, etc.", pero esta idea surge "con la ideología judeocristiana en donde el placer no tiene razón de ser, las relaciones sexuales están para procrear, el placer sexual está muy peleado con esa ideología".
Aunque no todos los desnudos tienen la misma connotación. Hay algunos que causan morbo entre los espectadores y otros que son apreciados de manera artística.
"La diferencia entre un desnudo pornográfico y uno artístico, como dijo Oscar Wilde, es la cantidad de luz que incide sobre los cuerpos", aseguró Sergio Moreno, quien divide a esta clase de desnudos en dos tipos: "bienestar y naturalidad, por un lado; y morbo, pecado, suciedad e incomodidad por otro".
Pero no sólo el cuerpo está ligado con la desnudez, también el alma puede despojarse de las ataduras y ser entendida como una clase de desnudez; sin embargo, "la desnudez del alma no le preocupa a nadie porque no es algo que cause escozor, pero la del cuerpo sí porque es algo que está muy ligado a la pornografía, a lo obsceno, a lo sucio o bien a lo muy íntimo, que sólo se debe compartir con la pareja", afirmó el terapeuta del Inesspa.
Hombres y mujeres viven de manera distinta la libertad de desprenderse de la ropa y aceptar su propia desnudez y la de su pareja. En este como en otros temas, generalmente se enfrentan a una doble moral.
"En México los hombres dividen a las mujeres en dos tipos: uno en el que se engloba a la mamá, la mujer y las hijas, y otro en el que se centran las demás, las de la calle. Es tan sencillo como preguntarle a un hombre qué opina sobre la desnudez de su esposa o sus hijas y qué opina sobre la desnudez de su vecina o de su compañera de trabajo. Y por supuesto que la de éstas últimas les va a resultar atractiva, pero en las mujeres de su casa está prohibido, ni pensar en ello, es una cuestión de doble moral", dijo el especialista.
Las mujeres suelen ser las más renuentes a mostrar su anatomía sin miramientos. Los estereotipos de belleza obligan a este sector de la sociedad a someterse a una presión física y psicológica que, en la mayoría de los casos, no trae los resultados anhelados.
"Es una pena pero en la medida en que se nos exige más que la apariencia se perfecta, las mujeres van ocultando y ocultando más su cuerpo. Hay tanto culto al cuerpo perfecto que la mayoría de la gente queda fuera de este parámetro, en los hombres es mucho más aceptado que se pueda tener una panza chelera como le llaman pero no se vale que digamos que una señora ya engordó, se le cayeron los pechos o está flácida, porque la presión es sólo para las mujeres y esto causa muchos traumas, a ella le decimos por qué te descuidaste tanto, pero a él todo se le perdona", explicó el terapeuta Moreno.
La manera de quitar la presión a la que se someten las mujeres en esa búsqueda del cuerpo perfecto es "hacerla entender que ella es única e irrepetible, que acepte quién es, por algo la escogió su pareja, aunque este problema a veces se agrava porque son precisamente ellos quienes agreden con comentarios a sus parejas la pregunta que el especialista se hace es si en verdad estas ofensas por la apariencia de su mujer son porque en verdad lo siente o porque está repitiendo como borreguito lo que el resto de los hombres dicen".
El punto medular de todo lo que tiene que ver con la sexualidad es la educación. En la medida en que la gente se informe más se quitará de tabúes que existen respecto a este y otros temas y, si la educación viene desde la infancia, es mucho más fácil, pero no por eso y por considerarse como una condición natural del ser humano las personas pueden exhibirse por la vida sin prenda alguna.
"El derecho de las personas termina donde empieza el del otro. Yo no puedo andar exhibiéndome porque le puede resultar molesto a otros, no se vale la imposición, la escala de valores es distinta entre las personas", aseveró Sergio Moreno.Â
En torno a este tema se tejen muchos mitos que la gente asume como válidos pero que no tienen por qué seguir imperando.
"El hecho de estar desnudos (en pareja) no implica que lo que sigue es una relación sexual, eso se desea con o sin ropa, pero siempre bajo consenso. Tampoco es un hecho que el cuerpo desnudo por sí mismo tiene la potencialidad de provocar un montón de deseos sexuales en la gente, eso es un mito y no se vale transmitir nuestras fobias a los hijos porque cuesta mucho trabajo quitarse esos miedos, después hay que acudir a terapia", expresó el terapeuta.
Los niños absorben lo que los padres les heredan. Si en una familia los padres prodigan besos, caricias y acostumbran bañarse con sus hijos, "los niños aprenden que la desnudez es algo muy natural porque papá y mamá lo hacen y no les hará mucho ruido, incluso verán con otros ojos la desnudez porque fueron enseñados de manera distinta a los que ven el cuerpo desnudo como algo sucio, prohibido", concluyó el especialista. Â
Si requieres atención especializada puedes contactar a los especialistas del Inesspa en la página http://www.inesspa.4t.com/