Llega Iron Maiden con su Somewhere Back in Time World Tour
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En el fondo es de agradecer que algunas cosas no cambien, sobre todo cuando se trata de un grupo que ha sabido, como pocos, rentabilizar un pasado brillante, lleno de glorias y triunfos que los han encumbrado definitivamente en el olimpo, junto a los más grandes de todos los tiempos y en los años en que el heavy metal reinaba imponente, en una época que fue la suya.
Y es que, tras cientos de conciertos y millones de discos vendidos a lo ancho de los cinco continentes, es un gusto que exista una banda como Iron Maiden que, aun en estos días en que poco nos sorprende, todavía es capaz de hacer vibrar a las audiencias para ponerlas al borde del infarto, manteniendo más o menos intacta su dignidad. Por ello, que salgan de gira una vez más con toda su ya característica producción es un acontecimiento que cuando menos alegra el corazón, por mucho que su más reciente placa, A Matter of Life and Death, no haya sido precisamente lo que sus acérrimos fans esperaban.
Hace ya un par de meses, su manager de toda la vida, Rod Smallwood, lo anticipaba en un escueto comunicado de prensa: Iron Maiden volvía a la carretera.
En una gira dividida en tres partes, la primera con una parada en la Ciudad de México, presentarán un concepto denominado Somewhere Back in Time World Tour, en el que reviven elementos visuales de la espectacular gira ochentera World Slavery Tour, llena de iconografía egipcia, pero con nuevas incorporaciones tecnológicas que se anticipan alucinantes. Esto les permitirá también promover un doble DVD, cuya fecha de lanzamiento está proyectada para el 5 de febrero de 2008, en el que se recogen las míticas cuatro noches de 1984 en Long Beach que después quedaron plasmadas en Live Afther Death, uno de los discos en directo que se han vuelto históricos con el paso de los años. El DVD maneja además una interesante continuación del History of Iron Maiden inconcluso en The Early Days. De todo ello habla Nicko McBrain en exclusiva, desde las oficinas de Maiden en Londres.
A Matter of Life and Death lleva un sonido muy complicado, ¿no te pareció arriesgado plantearlo así, pensando en que posiblemente no iba a gustarles a sus fans de toda la vida?
Definitivamente es algo que la gente no esperaba que hiciéramos, y creo que eso ha sido un gran mérito nuestro.
Muchos esperan que hagamos diez Number of the Beast o cuatro Brave New World, pero no se trata de reproducir nuestra música y seguir viejas fórmulas que nos han funcionado. Éste es un disco muy complejo en todos sentidos; para empezar, es muy difícil de tocar, lo cual es un reto para nosotros; además, se trata de una obra basada en tonos progresivos inspirados en grupos que hemos estado escuchando en los últimos días, como Genesis o Jethro Tull.