El partido a tres cuartos ¿hará cambios?
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Encarrerados con la fiebre futbolera, vamos a usar este simil para analizar la extrema situación que vive México en lo político, que para algunos pesimistas raya en la ingobernabilidad y el caos económico, sobre todo después de la inesperada tragedia que significa el espantoso asesinato de Rodolfo Torre Cantú, candidato de la alianza PRI, PVEM y Nueva Alianza al gobierno de Tamaulipas, emboscado entre Ciudad Victoria y Soto la Marina cuando se dirigía al aeropuerto para tomar un vuelo a uno de los últimos eventos de su campaña al lado de miembros de su equipo, de los cuales cinco resultaron muertos, entre ellos el diputado local Enrique Blackmore.
Esta muerte no es la única que empañó el proceso electoral en Tamaulipas que irá a las urnas con muertos o sin ellos en unos cuantos días, ya que se prendieron los focos rojos con el asesinato José Mario Guajardo Varela a manos del hampa del candidato a la presidencia municipal de Valle Hermoso y de su hijo, mismo que pasaron bajo el radar político minimizándose en notas inferiores en espera de no abultar el enorme problema que ha resultado esa guerra personal del gobierno federal contra el narco de tan magros resultados y equívocas estrategias, y que ya sin la atención del pueblo puesto en la Copa del Mundo de Sudáfrica, con un timing perfecto, la delincuencia organizada, que ha demostrado estarlo más que las fuerzas policiacas o militares, aprovecha para cobrar una presa mayor, un evento un escalón abajo del vivido en 1994 en Lomas Taurinas con el asesinato de Luis Donaldo Colosio.
Las reacciones en este momento han sido diluidas y pálidas. A diferencia de casos menos relevantes, la PGR dice no va a atraer el caso pero se declara atenta. El secretario de gobernación. Fernando Gómez Mont, dió a nombre de la presidencia un aguado pésame de machote, quizá porque está más preocupado por el fulminate despido de su hermano Miguel, ingeniero de profesión y ya ex-titular de Fonatur y su sobrino, que pasados de copas como acostumbran, le pegaron a la esposa del Guille Franco y al hermano de Cuauhtémoc Blanco en el palco de la FMF en Sudáfrica tras la derrota del Tri, en un zafarrancho tan feo que ameritó la intervención de la policía local y con la inexplicable defensa de Justino Compeán, presidente de la FMF, cuyo video que ya puede usted ver en You Tube con el titulo "hasta en las mejores familias", esto si no lo censuran los diligentes asesores en comunicación social que tiene presidencia.
O quizá meditaba sobre sus infortunadas palabras de unos días antes cuando dijo que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos era tan sólo el "tonto útil de la delincuencia" lo que le ha valido una justísima andanada de críticas a nivel nacional e internacional.
En el inter, el gabinete de seguridad intenta dar pie con bola y se encuentran más perdidos que Adán en Día de las Madres. Todos sienten miedo, nadie está seguro, sobre todo porque antes de este sangriento incidentenos preguntábamos que ha pasado, entre otros casos pendientes, con el secuestro del Jefe Diego, del cual ya nadie dice ni mu.
Así las cosas, si comparamos al gobierno federal con la selección nacional de futbol, vemos que son entidades muy parecidas. Cuestan muchísimo y los resultados son paupérrimos, vinen de gira para nada, se manejan a capricho donde se imponen amigos por encima de capacidades reales y concretas, se les favorece y perpetua a pesar de su obvia incapacidad y errores, y quizá porque lo similar atrae a lo similar, se eligió a Javier Aguirre como la imagen de esta campaña para renovar la imagen de nuestra maltrecha nación, hecho incomprensible ya que el Vasco asegura que México es un país de jodidos el cual le urge dejar y al que se rehusó a venir a vivir su familia tan a gustito en España.
En este partido sexenal, el gobierno federal va ya con tres cuartos del cronómetro corridos, les queda un cuarto para hacer cambios e intentar revertir un marcador que indica están perdiendo entre el hampa, el desempleo, la pérdida de imagen y la inestable situación economica, aunada a la goliza que les van a meter en estos doce estados que irán a las urnas, incluyendo Tamaulipas que nombrará un candidato emergente tras la terrible tragedia.
La semana del 6 de julio, sería prudente que el entrenador nacional Calderón se encontrará pensando que cambios hacer para que la goleada en el 2012 sea menos dolorosa, para detener esta masacre que le están propinado a base de purititos autogoles, porque entre muchos otros, apenas nos estamos reponiendo de la pésima imagen generada con la innecesaria alarma por el virus H1N1 cuando el secretario de salud, el Dr. Cordova, ya cebado por la luz de los reflectores, comienza a alertar de una nueva y más grande amenaza al más puro estilo de allí viene el lobo para que la pesadilla comience a costa de la recuperación un sector vital para la economía.
Y la lista de fallas es larga. La alineación ha sido pésima, esa terquedad en aferrarse a la amistad por encima de la obligación constitucional le pasará la factura en el 2012 cuando a este partido se le acabe el tiempo y salgan abucheados por la multitud, ésa que ni siquiera podemos decir con 100% de seguridad los eligió, que no los respeta y mucho menos los quiere y otro entrará a la cancha con la opción de aprender de estos errores o cometer los mismos de siempre que nos siguen encadenando en la categoría deportiva, política y económica de los ya meritos, con todo un enorme potencial pero falta total de amor a la camiseta y demasiado a los amigos y negocios personales.