La Renta Petrolera
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Pero ¿Quién es el dueño legítimo de la Renta Petrolera? En México es obvio que desde hace 75 años el dueño es el Gobierno
El petróleo y el gas son productos que se venden a precios del mercado internacional dependiendo de las leyes de la oferta y la demanda (entre otras cosas). El sacarlo del suelo tiene un costo y el precio de venta en el mercado mundial al exportarlo tiene otro. La diferencia entre estos dos es la ganancia y para fines prácticos: la renta petrolera.
Pero ¿Quién es el dueño legítimo de la Renta Petrolera? En México es obvio que desde hace 75 años el dueño es el Gobierno, y es el mismo caso en la mayor parte del mundo. La diferencia es que muchos otros países dejan algo de esa ganancia en la mesa para atraer la inversión privada. Para otros, como EUA, no es tan fácil determinarlo ya que es una de las pocas naciones que permite la propiedad privada sobre sus derechos minerales.
Después de saber de quién es, el próximo paso es el disponer de ella. Dado que normalmente es del Gobierno, esta renta entra a las arcas de la nación y se utiliza para ensalzar su presupuesto y generar desarrollo. En México 30 por ciento del presupuesto proviene de la venta, producción y explotación de hidrocarburos, por eso se dice que Pemex es la caja chica del Gobierno. Países como Angola, Libia y Venezuela exageran y dependen por más del 50%.
De hecho, de los 28 mayores productores son sólo 7 (Argentina, Brasil, Canadá, China, Holanda, Egipto y el Reino Unido) los que tienen presupuestos gubernamentales que no dependen de las exportaciones de petróleo y gas.
Los últimos dos factores que se tienen que agregar a la ecuación son la producción y la inversión en la industria. Sin producción no hay nada que vender, y si no inviertes hoy, en el futuro tampoco tendrás nada que vender.
En México, el circulo vicioso dice así: Le quitas toda la utilidad a Pemex (bueno le dejas 1 por ciento) para dárselo a Hacienda, la producción de hidrocarburos baja por falta de inversión, las arcas de Hacienda empiezan a decaer y a la vez disminuye tu producción(PIB) como nación. ¿Ahora qué haces si tu meta principal es crecer? Simple, le pides a Pemex que se endeude, la producción sigue cayendo y así consecutivamente. Sin embargo, estos puntos no se han hecho notar mucho porque el aumento en el precio del barril contrarresta el impacto en la disminución de la producción. La suerte ha estado del lado de México, por así decirlo.
Tomando todos los componentes anteriores, el siguiente paso es discernir a donde se va a dirigir esa renta petrolera. No es fácil calcular un presupuesto nacional en base a un recurso cuyo precio fluctúa altamente en el mercado mundial. Aún en el caso de que se pueda mantener la producción localmente, los factores externos pueden cortar el precio del barril de petróleo a la mitad.
Bajo este ejemplo ¿Cómo puedes garantizar cierto dinero para desarrollo social sin comprometer otros apartados y sin tener que revisar el presupuesto o tener que recurrir a la deuda? Para resolver esta disyuntiva, México entra al mercado de derivados para asegurar un precio mínimo de sus exportaciones. Esto es, tomar a un banco intermediario que garantice un precio mínimo futuro mientras este actúa como intermediario distribuyendo el riesgo con un tercero. Es así como Carstens ha mantenido un mínimo de renta petrolera para el beneficio de la nación en tiempos difíciles.
Si crees que eso suena complicado, falta la cereza del pastel. El gas y el petróleo son más que recursos no-renovables, básicamente son la sangre vital de la economía moderna. Sus miles de productos y derivados nos han dado muchas de las comodidades de nuestro actual estilo de vida y por ende, las naciones lo ven no sólo como fuente de ingreso, sino una fuente de seguridad nacional.
Es por eso que mantener control sobre toda su cadena es fundamental para todo país. Obviamente nacionalizar es la forma fácil de hacer esto pero esta táctica ha fallado con sus expectativas en casi en todo el mundo como comenta la revista inglesa El Economista.
Por todo lo anterior, México pretende ajustar su política energética en su actual reforma energética.
En lo que respecta específicamente al tema en cuestión: se propone crear un órgano constitucionalmente autónomo denominado Fondo Mexicano del Petróleo que tenga por objeto la administración de la renta petrolera. Así, la concurrencia de operadores estatales y privados, nacionales y extranjeros, junto con un adecuado régimen fiscal, garantizarán la maximización de la renta petrolera en beneficio de todos los mexicanos. En síntesis, lo que se empezando a buscar es generar valor, no solo extraerlo.
@ merlinken