Coahuila: las contradicciones de AHMSA
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Altos Hornos de México (AHMSA) ha sido por muchos años la empresa acerera más importante de México. Fue fundada a causa de la Segunda Guerra Mundial, que provocó una escasez importante del acero que el país requería con urgencia para su desarrollo industrial. Harold Robert Pape fue el empresario norteamericano visionario que fundó Altos Hornos de México en el año de 1942, en Monclova, la decisión se tomó por su cercanía con la frontera, con las minas de fierro ubicadas en el mismo estado y en Chihuahua, así como con las de carbón, ubicadas en la Región Carbonífera de Coahuila.
Durante varias décadas AHMSA fue una empresa exitosa, desde su fundación hasta la década de los setenta fue una empresa pública cuya producción aumentaba y su expansión no se detenía. En la década de los 1980 el Gobierno federal la expropió y en 1991 fue privatizada y vendida al Grupo Acerero del Norte, cuyo principal accionista fue el Grupo Ancira. En México, este proceso de privatización de las empresas públicas, que eran numerosas, –el caso más emblemático fue Telmex– se emprendió de manera deliberada en la industria paraestatal a partir de 1986, en el marco de la estrategia global de cambio estructural iniciada en 1983.
Las crisis de AHMSA no son algo nuevo, sólo hay que mirar la historia, son más de 20 años de cambios y transformaciones, así como malas administraciones, públicas y privadas, corrupción, vida sindical conflictiva por la defensa de los derechos de los trabajadores, etcétera. La crisis actual se incubó hace varios años. En mayo de 2019, la Unidad de Inteligencia Financiera ordenó congelar las cuentas del director de AHMSA, Alonso Ancira. Un día después, el 28 de mayo, fue arrestado por la Interpol en Mallorca, España, acusado de presuntos actos de corrupción. En octubre de 2021 AHMSA consideraba declararse en bancarrota para evitar los pagos acordados por Ancira –dueño de la empresa– en el trato con Pemex, al que debe pagar 216 millones de dólares debido al daño causado por la venta de la planta de Agronitrogenados (El Economista).
Pero regresando a los cambios históricos de AHMSA, esta fue parte muy destacada del grupo Sidermex, a partir de 1986, en el marco de la estrategia global de cambio estructural. En la industria siderúrgica paraestatal, considerada parte de los sectores tradicionales y tecnológicamente maduros, esta estrategia tiene dos vertientes: el redimensionamiento del sector y la reconversión industrial. La reestructuración del sector siderúrgico paraestatal se inició en 1986 de acuerdo con cinco orientaciones perfectamente definidas: modernización técnico-productiva, modernización comercial, modernización de la administración y la gestión administrativa, saneamiento financiero, y programación de inversiones y crecimiento. La modernización técnico-productiva incluía el cierre de Fumosa, la modernización de Altos Hornos de México, la rehabilitación y automatización de Sicartsa 1, la reactivación del proyecto Sicartsa 11 y la posibilidad de incorporar la línea de aceros planos de Fumosa. La modernización de AHMSA contribuiría considerablemente a incrementar la producción, pues el uso de su capacidad instalada aumentaría en un millón de toneladas de acero líquido; el proyecto de Sicartsa 11 aportaría 1.5 millones de toneladas más.
E n 1985 el sector siderúrgico paraestatal estaba constituido por 91 empresas: una controladora (Sidermex), tres integradas (AHMSA), la Fundidora de Fierro y Aceros Monterrey y Sicartsa, además de 87 entidades dedicadas a diversas actividades (comercialización, operaciones inmobiliarias, construcción, transporte, fabricación de estructuras metálicas y de bienes de capital, tubería, envases metálicos, autopartes, equipo para minas, refractarios). Como es evidente, el grupo presentaba giros muy diversos y una excesiva dispersión de funciones, algunas muy ajenas a la actividad siderúrgica. Posteriormente el grupo fue diluido, y cada quien por su lado.
Otro ángulo importantísimo en AHMSA ha sido el activismo sindical, el más perjudicado por los “errores” y la corrupción en la empresa, pero defensivo de sus derechos. La Sección 147 ha sido emblemática, la politización de los trabajadores fue una de las mejores logradas en el ámbito legal, ejerció una gran influencia a nivel nacional a partir de los años setenta. La Línea Proletaria surgió en las secciones mineras más grandes de aquel tiempo, la 147 de la planta siderúrgica AHMSA se extendió a otras secciones siderúrgicas del país. En fin, son historias por conocer puntualmente en Coahuila.