Convertir polémica en diálogo y la competencia en colaboración
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TEMAS
Un verano de chisporroteos y chubascos.
Blindaje pluvial que despista al calor. Despega julio con un semáforo sanitario abigarrado y contrastante en el mapa nacional. Se completan casi dos años de intentos de transformación después de pasar, por la historia, independizados, revolucionados y reformados. Se va dinamizando el tejido de tendencias y fuerzas como síntoma de democracia en gestación. La descalificación y la exclusión, como actitudes de presencia y de acción, impiden la lid limpia que reconoce los aciertos del adversario para orientar una crítica inteligente, nunca dirigida a la persona sino a las ideas, a los procedimientos, a los resultados. No buscando desprestigiar sino evitar lo que perjudique el bien común.
La madurez política es convertir la polémica en diálogo. Evitando todo dogmatismo sin autoridad divina y toda posición dilemática de blanco o negro, desconociendo los matices del gris. No quedándose en pura apologética que siempre defiende aunque no haya ataque. Convertir cualquier palestra en tribunal y tratar al interlocutor como delincuente, suponiendo siempre las peores intenciones, es caer en un simplismo de berrinche y denigración. Es más desahogo que voluntad de mutua iluminación para buscar acuerdos.
DE COMPETENCIA A COLABORACIÓN
Lo competitivo lleva a un crecimiento tumoral y no orgánico. Como si un cuerpo quisiera ser todo ojo, todo oído, todo pie o todo mano. El ejemplo de corporeidad es la unión complementaria de lo diverso. Cada órgano da el mejor servicio al cuerpo siendo plena y únicamente lo que es y cumpliendo su función. No busca un crecimiento monstruoso sino proporcionado. No desprecia lo que a otro le toca hacer sino lo respeta, lo sirve y lo aprovecha.
Unas partes del cuerpo sirven a otras en situaciones críticas. Lo hacen las manos como servidoras del pie cuando una espina lo hiere y la columna vertebral se inclina para facilitar la operación.
Toda la educación más admirada en el mundo es la que está despertando el espíritu de colaboración en las nuevas generaciones. No propiciando la competencia y el éxito personal y la pésima clasificación en ganadores y perdedores. Se estimulan las virtudes sociales con las que se contribuye, con los propios recursos y aptitudes, no para destacar y ser homenajeado sino para que el objetivo común tenga su mejor realización. Causa gran malestar la reaparición de impulsos discriminadores. Hay solapadas tendencias a generar desigualdad por desconocimiento o menosprecio de la dignidad propia de la persona humana. De ahí resultan las prepotencias, los menosprecios, las violencias, las indiferencias y las explotaciones. Pero no sólo una nueva normalidad protectora es posible. Un mundo nuevo es posible en una civilización de justicia y amor.
AMBIENTE EDUCATIVO FAMILIAR
Cuando van llegando los hijos todo ha de ser educativo en el hogar. Es prioridad en el mundo hoy una educación doméstica de base. Empieza desde el embarazo en el vientre de la madre a donde llegan los movimientos y los sonidos junto con las voces humanas. La educación del bebé desde los primeros contactos con el mundo exterior después de cortarse el cordón umbilical. Esas primeras sensaciones son literalmente fundamentales. Cuidar que todo lo que rodee al bebé lo vaya educando en los equilibrios felices. Ya después de algunos meses va aprendiendo cómo se trata a un ser humano por el trato que le dan. Toda la educación preescolar
Y los tiempos del kindergarten en que sigue la influencia familiar presente y actuante. Cada etapa del desarrollo humano va requiriendo los estímulos, las ambientaciones convenientes para que la personalización sea integral, evitando dependencias y conduciendo al recto uso de la libertad en verdad y amor. En la época de la pantalla convocante y la facilidad de desplazamientos se podrán nuclear las mejores iniciativas para regalarle a la Tierra una generación reconstructora y cuidadosa...