Elecciones 2017: ¿será una ‘guerra sucia’?
COMPARTIR
TEMAS
De acuerdo con la voz popular –cuyos consejos conviene seguir, por lo general–, “en la guerra y en el amor todo se vale”. Tal admonición parece haberla interpretado en forma literal quienes conciben el proceso para la renovación de los poderes públicos en Coahuila como una especie de guerra.
O al menos eso pareciera evidenciar el hecho de que, a unas horas de iniciar el proceso electoral sean “revelados” audios presuntamente obtenidos de autoridades extranjeras y que, de acuerdo con quienes los pusieron en circulación, involucrarían a uno de los posibles contendientes por la gubernatura del Estado con un presunto delincuente encarcelado actualmente en España.
Entre las diferentes peculiaridades que tuvo la difusión del audio de una presunta conversación telefónica entre Armando Guadiana Tijerina y su hija, quien reside en España, se encuentra el hecho de que los autores del “trascendido” decidieron crear un canal “pirata” del periódico ibérico El Español, en la red social YouTube en un intento por hacer creer que se trataba de una “noticia” llegada desde tierras españolas.
El intento fue tan burdo que no se requirió sino una mirada superficial para detectarlo y dejar en claro que ni la grabación fue “filtrada” por autoridades españolas, ni fue un medio de comunicación ibérico el que puso en circulación el referido audio.
En última instancia también pareciera quedar claro que la obtención del audio es producto del espionaje ilegal que se realiza en nuestro país –y, muy seguramente, en nuestro Estado– con el propósito de utilizar conversaciones privadas como forma de presión política o de chantaje.
Se trata, sin duda, de un tema sumamente delicado en el que, más allá de las implicaciones políticas, deberían fijar posición las autoridades estatales y federales responsables de investigar delitos.
¿Quién y con qué medios está espiando a los ciudadanos coahuilenses? ¿Se trata acaso de un “caso aislado” el de Armando Guadiana o estamos apenas en la antesala de lo que podemos esperar durante el proceso electoral que se avecina?
No son preguntas triviales pues estamos hablando de la intromisión ilegal en la vida privada de las personas y además de la utilización de la información obtenida por esos medios, con fines aviesos.
Nadie puede celebrar ni alegrarse de que salgan a la luz audios cuya exhibición demuestra la persistencia de prácticas clandestinas de espionaje, porque tales prácticas socavan los cimientos democráticos e impiden que se institucionalice el respeto que todos debemos guardar por la intimidad de los demás.
Es de esperarse en ese sentido que la “revelación” del pasado fin de semana sea solamente un caso aislado y no el preludio de una “guerra sucia” mediante la cual se degrade la lucha política y se convierta la arena electoral, como diría Cuauhtémoc Cárdenas, en “un lodazal”.
¿Quién y con qué medios está espiando a los coahuilenses? ¿es un ‘caso aislado’ o es la antesala de lo que veremos en el proceso electoral?