Miguel Riquelme: en blanco y negro

Blanco
Riquelme posee un capacidad de trabajo arropada por una disciplina y determinación a toda prueba. Es inteligente y detallista. Cumple objetivos y sabe guiar a su equipo con exigencia para lograrlos. Es leal a su reducido círculo más cercano. Posee una vasta experiencia como operador electoral y, por ende, una sólida relación con la estructura partidista en los 38 municipios del estado.
Tuvo logros significativos como presidente municipal de Torreón, que intentará replicar para Coahuila de ser Gobernador: incrementó el empleo y la inversión de manera significativa. Posicionó Torreón como centro nacional e internacional de negocios. 
Bajó los índices de inseguridad. Impulsó una sólida política de prevención al delito con la Línea Verde, el complejo La Jabonera y el Multideportivo Oriente, ubicados en las zonas de más alta delictividad de la ciudad. 
Alumbró Torreón con 59 mil luminarias LED. Apuntaló la construcción del Centro de Convenciones, la Ciudad Judicial y la Ciudad DIF. Arrancó el Metrobús e inició la reactivación del Centro Histórico con el Paseo Morelos y el Teleférico.

Negro
Riquelme tiene mecha corta y fuertes tendencias a la intolerancia y el autoritarismo. Es un hombre de carácter pero falto de capacidad política para, por ejemplo, escuchar y dirimir diferencias con grupos ciudadanos de clase media y alta. Su rechazo a la ciudadanización real del poder público es evidente. Prueba de ello son los Consejos Ciudadanos patito de su gestión.
Riquelme es un hombre pragmático, sin visión de largo plazo para gobernar Coahuila. De llegar a la gubernatura, continuaría y expandiría, con innovaciones parciales, las prácticas exitosas del legado de Rubén Moreira.

La mayor parte de su equipo cercano no posee las capacidades técnicas y profesionales para desempeñar puestos de alta responsabilidad en el Gabinete Legal o Ampliado. Más aún, varios comparten con Riquelme, acusaciones de prácticas corruptas en los temas de SIMAS, alumbrado público, teleférico y Paseo Morelos. 

Este 4 de junio usted decidirá. Nadie más.