Rumbo al sesquicentenario: la primera casa del Ateneo 2
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La casa que llevaba el número 2 de la calle de Juárez, a un lado del Palacio de Gobierno, dio alojamiento a los primeros alumnos y maestros del Ateneo Fuente, igual que a su director y al personal, en tanto estuviese listo el edificio del exconvento franciscano de San José de Saltillo, donde en ese tiempo funcionaba el Colegio Público fundado y dirigido por el eminente educador presbítero Manuel Flores Gaona. Conforme al mandato de la Ley de Instrucción Pública del 11 de julio de 1867, dicho Colegio debía integrarse al nuevo Ateneo Fuente. Ocuparía, además, su edificio. Tres meses funcionó en la Casa Carrillo el Ateneo y el 1 de febrero de 1868 pasó a ocupar el restaurado exconvento de San José, que sería su sede definitiva durante 65 años.
El arquitecto Arturo Villarreal realizó una acuciosa investigación documental que lo condujo hasta casi la fundación de la antigua villa del Saltillo. El resultado de su trabajo quedó impreso en el libro “La Antigua Casa de los Carrillo. Un Libro Abierto”, editado por la UAdeC en 2005. Abarca lo relativo al predio, la construcción, modificaciones, los distintos constructores, sus diversos propietarios y algunos litigios en los que se vieron envueltos, junto con la evidencia arquitectónica obtenida durante la restauración del edificio y el proceso de la misma.
Mis recuerdos alcanzan solamente la vieja fachada con el anuncio de la CROC en uno de sus balcones, cuando la casa alojaba a dicha organización, y una remembranza más lejana toca apenas el perfil del gran anuncio sobre las puertas del lado poniente, en medio del cual se veía la imagen clásica del emperador azteca anunciando la cerveza Cuauhtémoc y a los lados las frases “Jockey Club. Cantina y Billares”. Por las puertas de balancín salían hasta la calle los olores propios de un bar, la música y las voces de los parroquianos, políticos, periodistas y señores de alcurnia saltillense que lo frecuentaban.
Villarreal afirma que de los cuartuchos de adobe construidos originalmente, y en manos de diferentes dueños, la casa fue creciendo hasta constituirse en gran mansión. En ella se estableció don Manuel Carrillo y Sandi, un próspero comerciante que amplió la finca y destinó la segunda planta para habitación de su familia, mientras que la primera la dedicó a locales comerciales. El 1 de noviembre de 1867 se estableció ahí el Ateneo Fuente y durante el transcurso de tres meses la antigua Casa Carrillo fue habitada por la algarabía juvenil de los ateneístas. Luego se estableció en la casa el Hotel Tomasichi, que en corto tiempo se trasladó a la calle Victoria y se convirtió en antecedente del famoso Hotel Arizpe. Adquirida y remodelada por don Gabriel Flores, en los albores del Siglo 20 se convirtió en el Hotel de la Plaza, desaparecido hacia 1910. Posteriormente, hospedó al Casino de Saltillo mientras se restauraba su edificio incendiado en 1914. Sede del Sindicato de Electricistas a mediados del Siglo 20, desde sus balcones se oían las diatribas del incansable luchador social don Casiano Campos, contra los políticos del momento.
Espejo de la Plaza de Armas, la casona ha sido mudo testigo de incontables acontecimientos en ese jardín, funestos unos, como los ahorcamientos que los norteamericanos realizaron al son de las bandas militares durante la invasión a nuestro País; y dichosos otros, como la magnífica voz de Ángela Peralta, “el Ruiseñor Mexicano”, en la fiesta ofrecida en 1882, a su llegada a Saltillo, amenizada, entre otras, por la banda de música del 9° Regimiento de Caballería y que hiciera vibrar los recios muros de adobe y piedra de la vieja casona que alojó al Ateneo Fuente durante sus primeros tres meses de vida.