¿Vacaciones o vagaciones?
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Las escuelas están a punto de terminar y la pregunta de muchos padres: ¿Y ahora qué? ¿Qué harán nuestros hijos en estas vacaciones? Vacaciones se define como un periodo de tiempo para descansar y recuperar energías, para continuar el trabajo o el estudio con mayores fuerzas. Pero descansar no significa “no hacer nada” o “vivir de vago por dos meses”. Vacaciones es un periodo ideal para descansar, pero hay que tener mucho cuidado de ocuparlo solamente de la tecnología. Esta semana el sitio de internet LiveScience publicó un artículo titulado: Is ‘Fornite’ Sending Kids to Therapy? (“¿Es ‘Fornite’ Responsable de Enviar a los Chicos a Terapia?”) enunciando las consecuencias negativas del juego en nuestros hijos.
Fortnite: Battle Royale es el videojuego más popular en el mundo hoy. Es un juego cuyo objetivo es sobrevivir en una isla. Son lanzados 100 jugadores y tienen que luchar entre ellos y el ganador es el último sobreviviente. Más de 40 millones juegan al mes y según el periódico New York Times el videojuego “Fornite” se ha convertido en una obsesión y adicción social entre niños, adolescentes y hasta adultos.
Para muchos padres es un verdadero infierno al intentar prohibirlo por la noche y muchos reaccionan con conductas desafiantes y hasta agresivas. Un gran número de adolescentes han bajado su rendimiento académico y su interés en actividades sociales en el mundo real ha desaparecido. Es una pelea constante entre padres e hijos, para los chicos siempre es poco tiempo de juego y para los adultos es una desesperación verlos perder el tiempo de esa forma.
Los chicos argumentan sobre los beneficios del videojuego. Uno de ellos le decía a su padre: “Papá es un juego de estrategias y mucha creatividad”. Expertos, como el doctor Leonard Sax autor del libro “The Collapse of Parenting” (“Colapso de la Paternidad”), recomienda una dieta saludable de videojuegos no más de 40 minutos en días de escuela y no más de una hora los fines de semana. Los estudios señalan que jugar seis horas o menos a la semana no impactan negativamente a la escuela o a las relaciones sociales del mundo real. En cambio, 10 horas o más marcarán consecuencias negativas en su conducta y procesos cognitivos.
La mayoría de los adolescentes defienden el juego diciendo: “El videojuego nos ayuda a desarrollar habilidades mentales como organización, planeación, predecir y tener reacciones rápidas. Sin embargo, los estudios afirman que las habilidades son se transfieren en forma automáticas. Se aprenden cuando se aplican en situaciones reales de la vida.
Defienden los videojuegos porque les enseñan a trabajar en equipo y colaboración, pero no hay relación con las habilidades sociales de la vida real. Los papás me dicen: “Mi hijo está aprendiendo a colaborar con su equipo en el videojuego”. Mi respuesta absoluta es: “No. La colaboración se desarrolla escuchando al compañero, teniendo contacto ocular (ojo-ojo), escuchándolo y viendo sus reacciones corporales en el diálogo. El objetivo de “Fortnite” es matar a los demás y esto no es una habilidad social”.
@JesúsAmayaGuerr