Saltillo es una de las ciudades más competitivas de México
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No es novedad pero debe resaltarse: Saltillo es una de las ciudades más competitivas del país de acuerdo con las mediciones realizadas a partir de parámetros objetivos. El hecho debe llevarnos a sentirnos orgullosos, pero también para tomar nota de aquello en lo cual aún hay tareas por hacer.
El dato lo provee el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), una organización civil que ha desarrollado una metodología que mide rigurosamente variables que determinan en qué medida las zonas urbanas de México ofrecen condiciones para una mejor calidad de vida.
En su más reciente medición, nuestra ciudad ha sido incluida en el conjunto de las zonas urbanas con más de un millón de habitantes y en ese grupo ha sido clasificada segunda, tan sólo por debajo de Monterrey. Es la primera ocasión en la cual se mide a la capital coahuilense en este rango.
Antes, resulta importante señalarlo, Saltillo había ocupado el primer lugar entre las ciudades con, entre medio y un millón de habitantes. No es casual por ello que al “ascender de categoría” tuviera elementos para competir con ciudades más densas.
La capital de Coahuila ha obtenido resultados relevantes en la mitad de los diez subíndices que contiene la medición. Sus calificaciones más altas las obtuvo en los renglones de gobierno (primer lugar), derecho y mercado de factores (segundo lugar), sistema político (tercer lugar) y mayor innovación (cuarto lugar).
Cualquier observador puede constatar que, en efecto, nuestra ciudad es una que cuenta con políticas públicas enfocadas a fomentar el desarrollo económico; es una donde la seguridad pública y jurídica se nota; o es evidente la estabilidad de los factores de la producción.
Hay, sin embargo, áreas de oportunidad que no deben ser soslayadas y en las cuales el esfuerzo debe redoblarse: calidad de vida en educación, salud e inclusión; sectores financieros, telecomunicaciones y transporte y la capacidad de la ciudad para relacionarse de manera sostenible y responsable con los recursos naturales y su entorno.
Hay que celebrar, sin duda, que nuestra ciudad sea reconocida como una que ha desarrollado condiciones que permiten a quienes vivimos en ella mayores oportunidades para el crecimiento y el desarrollo. Esto no es poca cosa en el entorno en el cual nos hemos desenvuelto en los últimos años.
Haremos bien, sin embargo, en no estar satisfechos con estos resultados, sino plantearnos la necesidad de que los indicadores en los cuales hemos obtenido altas calificaciones se sostengan y aquellos en los cuales necesitamos mejorar provoquen la realización de esfuerzos orientados a consolidar nuestra posición.
La competitividad no es competencia, entendida esta como el esfuerzo por obtener una calificación instantánea y efímera, sino persistencia en la consolidación de una posición que produzca, a lo largo del tiempo, un resultado sostenido. A eso debemos aspirar.