El caso del hígado gay
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12 mayo 2019
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“Don Vicente debería considerar ser más abierto y amoroso para que, ahora que se vaya, pueda dejar su leyenda intacta y brillante”.
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1.- Como periodista de espectáculos sé perfectamente lo que cuesta conseguir cierto tipo de entrevistas. Y, por lo mismo, reconozco la labor y el esfuerzo de Gustavo Adolfo Infante al haber logrado que Don Vicente Fernández, no solo le regalara una gran cantidad de su tiempo para una conversación exclusiva, sino que lo recibiera en su famoso rancho Los Tres Potrillos a las afueras de la ciudad de Guadalajara, Jalisco.
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2.- La trayectoria y prestigio de Gustavo Adolfo Infante, le facilitó el acercamiento a Don Vicente quien lució relajado y feliz de poder compartir tanto anécdotas como novedades con el público de su entrevistador. Una plática cercana y muy disfrutable. Todo era risa y felicidad hasta que el cantante, hablando sobre el cáncer que padeció, hizo unas declaraciones increíblemente fuera de lugar. Palabras que nadie vio venir.
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3.- "Me querían poner el hígado de otro cabrón… y les dije: 'Yo no me voy a dormir con mi mujer con el hígado de otro güey. Ni sé si era homosexual o drogadicto'", dijo Don Vicente, con un insolente desparpajo. Como la entrevista se estaba transmitiendo en vivo, no hubo manera de editarla. Acto seguido los medios de comunicación tradicionales pero principalmente las redes sociales, estallaron en llamas y memes acerca de lo que terminó llamándose “El caso de hígado gay”.
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4.- El daño colateral más grande causado por las declaraciones de “El Charro de Huentitán” fue, curiosamente, el que sufrió su hijo Alejandro Fernández. “Vicente Fernández no quiere el hígado de un gay drogadicto y ¡es justo lo que tiene en casa!”, decían los memes y los comentarios refiriéndose a Alejandro. Después, mientras la etiqueta de homofóbico quedaba bien pegada a la frente de Don Vicente, la carta pública de una mujer exigiendo disculpas cimbró a todos.
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5.- “Ayer mi esposo y yo escoltamos a mi bebé todavía en la cuna y respirando artificialmente desde el área de terapia intensiva hasta el área de cirugía donde Alondra pudo donar sus dos riñones e hígado…” había dicho en su Facebook Jenni Barraza quien, iracunda, exigió al cantante “...que se disculpe, si es que le queda algo de vergüenza, y es muy "hombrecito" tenga respeto por los pacientes que esperan un órgano…” La indignación de esta mujer, cuya hijita de tres años salvo la vida de tres niños, reflejaba la de la opinión pública.
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6.- “Yo creo que...Vicente...es un señor que tiene 80 años de edad, a él le tocó vivir en otra época...no había la apertura para ser amistosos con la comunidad gay…” declaró después Gustavo Adolfo Infante. No, Gustavo. ¡No te confundas! Con el paso de los años, las personas adquieren sabiduría, tolerancia y entienden mejor de qué se trata la vida. Sin embargo es evidente que, sentado en el trono de su estrellato, Don Vicente ha elegido cerrar los ojos y tener una visión egocéntrica del mundo.
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7.- Ahora, sin bromas ni sarcasmos, me queda mucho más clara la personalidad reprimida y conflictiva de Alejandro Fernández. Siendo hijo de un hombre cuya cerrada mentalidad le impide mostrar compasión y respeto por sus semejantes, debió haber sufrido mucho no sólo para llenar las expectativas de su padre, sino para darse permiso de ser él mismo. Por su parte, Don Vicente debería considerar ser más abierto y amoroso para que, ahora que se vaya, pueda dejar su leyenda intacta y brillante.
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