‘La poesía es el alambique de las palabras’: Benito Taibo, presente en la FILC
En entrevista con VANGUARDIA el autor habló sobre este género que ahora ve en retrospectiva en la antología ‘Pasar inadvertido’ que recopila parte de su obra poética de 1978 al 2022
“Yo viví cerca de la poesía siempre, mi casa estaba llena de poetas” recordó el escritor Benito Taibo a propósito de la publicación de su libro “Pasar inadvertido” (Seix Barral, 2022), el cual recopila casi cincuenta años de obra poética y se presentó este sábado en el marco de la Feria Internacional del Libro Coahuila 2023.
En entrevista con VANGUARDIA, mencionó que “demasiados Taibo por kilómetro cuadrado en el territorio de la narrativa” por lo que buscó desmarcarse de esa tradición a través de la poesía, y aunque eventualmente abordó ese género, gracias a este libro reconoce su trayectoria entre los versos.
“Muchas cosas se perdieron con el paso del tiempo. Había dos libros que desaparecieron, que fueron editados uno en España, y que ya no tengo ni siquiera uno. Mi mujer tuvo la enorme gracia, paciencia, para encontrar papelitos guardados, entre libros, en el fondo de una computadora, gracias a eso”, comentó sobre lo que implicó recopilar su obra poética de 1978 a 2022, que es lo que abarca el libro.
“Tuve la tentación de cambiarlos, transformarlos, meterles mano, luego me dije a mí mismo, déjalos en paz. Ese que los escribió a los 18 años finalmente eras tú, merece que le tengas cierto respeto. Y claro, un hombre de 62, que soy hoy, con las lecturas que he hecho de entonces a ahora, tengo otra visión de las cosas, los dejé lo más cercanos a la realidad”, agregó.
El también director de Radio UNAM señaló que esta antología alberga “mis sueños, mis pesadillas, mis temores, mis esperanzas, mi manera de ver el mundo, mis demonios”, sin caer en metáforas complicadas, dejando las cosas sencillas pues considera que “la poesía es el alambique de las palabras, van saliendo las justas”.
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El lector podrá ver los cambios en su vida, en su aproximación a la poesía misma y específicamente destacó su “acercamiento con el alcohol”, como una marca notoria en su obra.
“Yo no bebo hace 32 años y sí hay una diferencia. Estaba habitado por ciertos demonios que ahora ya no viven en mí, sino afuera, aquí en Nuevo Laredo, en la Ciudad de México. Se volvieron reales, la realidad es una cosa sucia, gris, pinche, y la poesía es finalmente una suerte de catalizador que convierte las cosas en... no voy a decir amables, la poesía también está hecha de camas de clavos, no solo almohadas de plumas”, compartió.
En su faceta como promotor de la lectura en los jóvenes, aseguró que lo importante no es decirles qué lees, sino averiguar qué quieren leer y “leer con sus ojos”.
“Si logras eso y logras comunicarte con ellos a través del vínculo maravilloso desde los primeros balbuceos paleolíticos hasta nuestros días, y ha funcionado maravillosamente”, concluyó.