Una noche repleta de sorpresas
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Saltillo, Coah.- La tranquilidad de las calles saltillenses se tiñó peculiarmente de rojo durante la tarde y noche de ayer, y es que en un lapso de apenas tres horas se registraron por lo menos cuatro atropellamientos en diferentes partes de la ciudad.
Para la "buena" fortuna de los implicados, el saldo sólo fue de algunos huesos rotos e innumerables lamentos, que hasta hoy se siguen escuchando entre los despistados más maltratados.
La primera víctima de la tarde fue Jesús Adrián Ibarra Luna, de ocho años, quien salió de su casa marcada con el número 5 de la Privada Ferrocarril, en la colonia Bellavista, seguro de que volvería con sus galletas en la mano.
Y es que el chamaco despistado acudió a la tienda para hacerse de las golosinas con las que ya no pudo llegar a su casa, pues cuando intentaba cruzar la privada fue arrollado por una camioneta tipo Van que le rompió la pierna derecha, siendo trasladado por paramédicos de la Cruz Roja a la Clínica Uno del IMSS.
Alrededor de las 20:00 horas, el motociclista Arturo Martín Bolaños circulaba por la carretera a Zacatecas con dirección hacia el norte, pero cuando trató de entrar a la colonia Las Teresitas se llevó el susto de su vida.
Esto porque al maniobrar sin precaución, se atravesó al paso de un vehículo Cutlass, con placas FBT 8445, que manejaba José Fidencio Rodríguez, quien poco pudo hacer por esquivar al motociclista y lo impactó de manera repentina.
Luego de ser valorado por paramédicos del Cuerpo de Bomberos, el hombre de 32 años fue trasladado a la Clínica Dos del IMSS con fractura en la mano derecha.
Ya cuando la noche entraba con fuerza, el cruce de las calles Benito Juárez y Nueve de la colonia Guerrero se convirtió en el escenario de una trama similar, cuando el motociclista Gerardo Quiñones García chocó de frente contra un taxi Nissan, láminas 3954 CTX, que transitaba por el lugar.
Con la pierna derecha fracturada y otros golpes de consideración, el vecino de la calle Siete, en el mismo sector, fue llevado al Hospital Universitario por socorristas de la Cruz Roja, mientras el ruletero fue detenido hasta deslindar responsabilidades.
Poco después, un hombre en aparente estado de ebriedad fue impactado por el vehículo que conducía una mujer sobre la calle Pérez Treviño de la zona centro, pero debido a que el transeúnte sólo mostraba una severa confusión, la responsable prefirió darle un "aventón" hasta la casa de éste en la calle Arteaga.