‘El Lado Inverso de la Cama’: Presionar hasta quebrar

Saltillo.- ¿Te vas a poner esa camisa?, Ahí empezó la presión que terminaría por romper una relación que como todas, terminó mal, bueno, depende de cómo lo veas, en el caso de Ariel Leviel su relación fallida no desapareció en la barra de un bar, o se derritió entre el helado este fracaso, se convirtió en el cuento “El Lado Inverso de la Cama”.

El artista, quien ya es conocido por sus ilustraciones y sus talleres de dibujo, se propuso el reto de crear un cuento ilustrado, mañana presentará el resultado en la Feria del Libro a las 19:00 horas en la Sala de las Letras. La narración habla de un niño que vive entre monstruos y desconoce la existencia de otros seres mágicos, hasta que un hada sale de su boca.

La historia renació luego de un intento por cambiar su estilo de ilustración, dibujó a un monstruo que jalaba la pierna de un niño aferrado a la puerta del refrigerador. Ahí, Ariel recordó que tenía un texto que había escrito luego de tomar un par de talleres de redacción con los escritores Julián Herbert y Alejandro Pérez Cervantes, la idea nació de los por qué y los quizá de una relación sentimental que terminó hace tiempo.

“Tenemos vivencias, esas vivencias de van convirtiendo en memorias, con el tiempo se van desgastando, se van encriptando y la creatividad nace de esas memorias que se van juntando con los hechos y la imaginación, en este caso terminas de una relación y con el tiempo te comienzas a preguntar, ‘¿qué pasó?’. Te culpas, te echan la culpa del quiebre y en ese momento empiezas a pensar, quizá sí fui yo, llegas a conclusiones que a veces te plantan o a veces sí aceptas que fue tu culpa”, comenta el artista.

El noviazgo se convirtió en cuento de hadas, o más bien de monstruos, en el momento que Leviel comenzó a pensar que en ocasiones se busca cierto tipo de persona y al no encontrarla, lo único que se puede hacer es ir haciendo cambios sutiles que pueden ir desde elegir una película, o ‘sugerir’ un cambio de ropa, hasta cosas que rayarían en la ilegalidad.

En la historia, el protagonista -que al igual que el hada, no tiene nombre particular- se encuentra con un libro de cuentos de hadas, y al leer la palabra ‘hada’, le parece algo desconocido, no sabe de lo que se trata y en ese momento siente arcadas y al vomitar, escupe a un hada sobre sus cobijas.

“Llega a ese choque y lo expulsa, al momento que lo expulsa tiene esta connotación de desechar la realidad, desechar lo que había en el interior.

“El sabe qué es un hada, que es algo diferente, pero en su visión en la realidad que el tiene de ese objeto o del personaje, es de que en  realidad es un monstruo como todo lo demás que conoce, la quiere tratar de una manera diferente, pero lo termina presionando convirtiéndolo en algo que no es, esta visión que termina concordando con la mayoría de las relaciones”, adelantó el autor haciendo una referencia a la novela “La Náusea”, de Jean Paul Sartre.

En la obra, el artista también busca hacer referencia a los trucos que puede jugar la memoria.

“El personaje del hada no tiene voz, no tiene una voz al principio de la narración por que también pasa de que te pones a pensar y pensar en la otra persona y no recuerdas nada, te queda esa esencia, sabes que estuviste con una persona, sabes que la pasaste bien, sabes que hubo momentos malos, pero no recuerdas a veces sus manías, sus movimientos ni su voz”, comenta el autor sobre la situación que enviará a juicio a protagonista de la historia.

“Es causa consecuencia, la presión y cómo esa presión tiene una consecuencia. Al final el personaje recibe un castigo por lo que hizo, pero más allá de eso, que es la estructura más coincida del cuento,la enseñanza es ‘despersonificar’ a partir de la personificación, hay un soliloquio que tiene el hada y lo culpa de todo eso, le dice es ‘algo que yo no pedí, que nunca quise’, es una forma más cruda de ver las cosas”.

La aventura de la auto edición La publicación del cuento fue un hazaña que Ariel Leviel decidió emprender solo, aunque tuvo el respaldo de su formación en la Escuela de Artes Plásticas de la UadeC y los talleres de redacción que tomó de manera voluntaria, el resultado fue 100 por ciento producto de su esfuerzo, desde la historia hasta la ilustración y el empastado.

Para la promoción de la publicación, en esta ocasión Leviel tuvo el apoyo del Colectivo Onironautas, con quienes creó una edición especial con diferentes portadas.

Es una visión de la auto publicación y la auto edición, fue lo que quise fue experimentar, pero ya cuando vi todo, dije 'en qué me estoy metiendo', pero bueno si no sabes algo, lo buscas y terminas leyendo más de lo que vas a aescribir, pero lo entiendes. Te vas enfrentando al conocimiento de una manera empírica y digo empírica entre comillas por que ya hay muchos estudios serios en Internet, es esta nueva escuela digital, el que lo agarra lo puede agarrar y el que no, ahí está Facebook”.