A favor de la mujer
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AHORA QUE ESTÁN JUNTAS
En los últimos años, se ha pretendido ahondar en el conocimiento sobre la mujer, sus raíces y sus implicaciones sociales, políticas y económicas. Pese a todas las presunciones, la agresión a la mujer no es un fenómeno nuevo, lleva siglos produciéndose amparada por un sistema social androcéntrico y patriarca en la que la mujer es considerada propiedad del hombre.
Hasta el siglo XX, la mujer estaba bajo la tutela del hombre padre hasta que se casaba y pasaba a la tutela del marido, no era dueña ni de los bienes que heredaba que pasaban a engrosar el patrimonio del cónyuge. En caso de que quedase soltera, la tutela pasaba a los miembros varones de la familia.
Las características de la violencia ejercida en la actualidad contra la mujer es la apariencia de la normalidad. Golpes, insultos, palizas, incluidas las agresiones sexuales, se producen a diario en los hogares y en las calles, las cuales se revisten de argumentos y justificaciones de todo tipo. Las más frecuentes es que no suceda nada porque “son cosas de pareja” “no hay que meterse”. La mal llamada violencia doméstica es en la realidad agresión a la mujer y no se produce solamente en el hogar sino en todos los ámbitos sociales.
Quizá, una de las causas del maltrato las podemos atribuir al desempleo, las extremas condiciones laborales, el alcoholismo y la drogadicción; y a la falta de valores que engendra la violencia principalmente. Ni de una en una, ni de todas ellas juntas, explicaran porque el maltrato va dirigido del hombre a la mujer y no a la inversa.
Ahora, con la importancia que ha tomado el papel de la mujer dentro del mundo laboral, dentro de la universidad y en el mundo de la política, ha provocado que se empiece a tomar en cuenta como un verdadero problema de orden social, que debe de ser erradicado desde la raíz.
Sin embargo, para mantener el “orden social”, se utiliza todo tipo de trabas como las económicas, pero sobretodo las ideológicas. Desde que nace se implanta en el sistema de valor de la mujer, la importancia de la maternidad y del amor como objetivo vital.
Este panorama a la agresión a la mujer, es solamente un eslabón más de la cadena de la sociedad capitalista que utiliza para someter y dominar. Pero para la mujer maltratada, su situación es como estar inmersa en una pesadilla de la que no puede salir.
Pero a la mujer ya nada la detiene, su determinismo suele ser más fuerte. Desde el pasado 15 de enero en la UNAM con la agrupación feminista y separatista Mujeres Organizadas de la Facultad de Filosofía y Letras, en donde tomaron instalaciones como protesta contra la violencia sexual y de género hasta el paro nacional convocado para el 9 de marzo, las mujeres se organizan contra la violencia sexual y de género. Muchos pretenden desacreditarlas bajo argumentos de “intereses oscuros” “mano negra” o la “derecha desacreditando el cambio”, pero no dejan de ser demostraciones pueriles y embusteras.
Hoy la mujer demuestra que es capaz de realizar acciones coordinadas para presionar a las autoridades y a la sociedad falocentrica para que cumpla con añejas demandas que son más que urgentes.