Glosofobia: El temor de hablar en público
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Usted puede superar este miedo y convertirse en un excelente orador, capaz de convencer a la audiencia más escéptica. Lo único que necesita saber es cómo hacerlo. Y nosotros se lo diremos
Para aquellas personas que ocupan puestos en la cima de las empresas o en la jefatura de los departamentos oficiales, es esencial que sepan cómo dirigirse a su público para lograr sus propósitos.
Los ejecutivos, del ámbito que sea, saben que un buen discurso no sólo les sirve para destacar en su posición, sino también para ser más auténticos. Y saben que esto es muy valorado en una época en la que generar confianza es más importante que nunca.
De hecho, la comunicación y particularmente la dirigida al grupo es, probablemente, la cualidad más apreciada de todo líder o ejecutivo en el mundo moderno.
No obstante, hablar en público le causa terror a mucha gente, y cuando se es una persona destacada, esto puede convertirse en un problema mayor. Pero, ¿miedo a qué? ¿Qué es lo que genera el miedo?
Los psicólogos dicen que los temores a hablar en público por lo general se originan en la infancia. Pero es importante anular ese temor ya que cada vez en más empleos se requiere interaccionar con los grupos.
En fin, veamos cuáles son las sugerencias de los expertos para desprendernos de la glosofobia y convencer a nuestra audiencia.
En toda presentación en público el ponente tiene por lo regular que enfrentarse a dos elementos: los nervios y el interés y la comprensión que genere su discurso.
Analicemos ambas partes por separado.
Para superar los nervios
Estas son las técnicas más efectivas recomendadas por los expertos para reducir y/o eliminar el nerviosismo.
*Los especialistas coinciden en un consejo clave para vencer el miedo a hablar en público: el primer paso consiste en conocer y dominar el tema; es decir, saber de él lo más que se pueda. Sin importar el hecho de que el ponente sólo cuente con 20 minutos para exponer lo que tiene que decir.
“Conocer bien el tema nos proporciona tranquilidad. Y es esa tranquilidad la que nos permite ejercer un gran dominio del escenario y de la audiencia”, asegura Karla Villaseñor, de la American Management Association.
*Prepare unas palabras introductorias que atraigan el interés de la audiencia y la conviertan en un grupo relajado y tranquilo. Este tipo de introducción siempre es recomendable para ‘romper el hielo’ y para calmar tanto a la audiencia como al presentador.
*Para que el ponente controle sus propios nervios, puede comenzar su plática mostrando una fotografía interesante, una figura, un cuadro de datos o un esquema relacionado con el tema.
*Busque la manera de que la gente interactúe.
Esto lo puede lograr al hacer una pregunta que llame la atención de la audiencia y la acerque de manerea informal tanto al presentador como al tema que se va a tratar.
*Con este tipo de introducción los nervios se calman como por arte de magia porque la atención ya no estará totalmente sobre el ponente, sino que se desplazará con entusiasmo hacia el tema a tratar.
*Si lo cree conveniente, no tenga nada en la mano porque ahí es donde más se refleja el nerviosismo (sin embargo, algunas personas se sienten más tranquilas si se ayudan de un objeto (una varita, un lápiz o un libro) para hacer incapié en ciertos detalles de la exposición.
* Ya tiene a su público bajo control. Ahora ontrole su propia respiración y piense que todo va a salir bien.
Cómo preparar su discurso
Dale Carnegie, autor de varios best sellers sobre la materia nos regala una guía con los diez principios básicos para preparar discursos efectivos.
1. Escriba notas breves que le sirvan de guía, pero improvise lo que tenga que decir.
2. No escriba sus pláticas porque si lo hace, cuando esté enfrente de su público se estará forzando a recordar lo que escribió y su voz perderá naturalidad.
3. Sea usted mismo, háblele a la audiencia de la misma manera que si todos estuvieran sentados en la sala de su casa, digamos charlando entre amigos.
4. Nunca memorice una presentación palabra por palabra porque de seguro va a olvidar algo y su voz no fluirá con naturalidad.
5. Mejore su presentación con ilustraciones y ejemplos. Es la forma más sencilla de hacerla interesante y comprensible.
6. Antes de la presentación aprenda lo más que pueda sobre el tema.
7. Hábleles a sus amigos de su plática. Ellos le podrían sugerir ideas para mejorar su discurso.
8. En vez de preocuparse solamente por lo que va a decir, busque otras formas de mejorar su presentación: su vestimenta, su postura...
9. Sentirse cómodo con su público tiene que ver con sentirse cómodo consigo mismo.
10. Sea auténtico. No imite a otros oradores. Usted es otra persona, por lo tanto es diferente y es original. Y siéntase orgulloso de serlo. No hay nadie como usted, por lo tanto, así debe ser su presentación: como ninguna otra.