Hablemos de Dios (17)
COMPARTIR
TEMAS
Este será un tríptico. Apenas tres columnas, tres textos; mustias palabras para acercarnos en tres etapas a ese ser entre divino y terreno llamado Jesucristo. De él se han escrito obras, volúmenes con ingentes folios, tratados completos. Su bibliografía es tan vasta, que apenas tres columnas sabatinas para deletrear su nombre, carácter y personalidad, serán nada. Habiendo tantos y excelentes libros que lo han abordado, explorado y desmenuzado, ¿qué puede aportar su servidor? No lo sé. Pero, aquí vamos. Usted tendrá al final su mejor opinión y al menos, podrá tomar nota de la bibliografía que he leído para escribir en letra redonda esta pálida aproximación al crucificado del Monte Calavera, el cual como Mahoma, ha ejercido una influencia tal en el mundo, que seguimos hablando de él.
La siguiente es una sucinta bibliografía que he reunido al respecto: “Vida de Jesús”, de Ernest Renan. Editorial Edaf. 420 páginas. “Biblia y Corán. Lo que los une, lo que los separa” de Joachim Gnika. Editorial Herder. 286 páginas. “Los Apócrifos y otros libros prohibidos”, José Ma. Kaydeda. Grupo SA. Madrid. 1150 páginas. “La sabiduría de los Padres del desierto”, Lumen, 50 páginas. “Hablemos de la otra vida”, de Leonardo Boff, Editorial Sal Terrea, 225 páginas. “El destino del hombre y del mundo”, Boff. Editorial Sal Terrae. 206 páginas. “Los hábitos de Jesús”, de Jay Dennis, Editorial Mundo Hispano, 240 páginas. “Imitación de Cristo” de Tomás de Kempis. Editorial Debate, 125 páginas. “Nadar contra corriente”, Benedicto XVI. Editorial Planeta, 345 páginas. “Jesús de Nazaret”, dos tomos, Joseph Ratzinger, Planeta. Más de mil páginas ambos tomos.
“Más que un carpintero” de Josh y Sean McDowell, para Unilit editorial. 250 páginas. “Jesús de Nazaret. Mensajes e historia”, Herder editorial. Joachim Gnilka. “Jerusalén en tiempos de Jesús” de Joachim Jeremías, Herder. 410 páginas. “La persona de Jesús reflejada en los cuatro Evangelios”, Herder Editorial, de Rudolf Schnackengurg, 1998. Del mismo autor, “Amistad con Jesús”, para editorial Sígueme. El cual es interesante desde otra perspectiva poco explorada: no lo reconocible de Jesucristo, sino el, digamos, “efecto” que produce en el alma y el corazón de los hombres conocerle. Lo que redundará en un equilibrio, dice el autor, entre “razón y experiencia”. Por ello de su “amistad” con Jesús. Y claro, los libros de cronistas, historiadores antiguos los cuales y al ser documentos extra-bíblicos, dan referencia de la vida terrena de alguien llamado Jesucristo, sus seguidores y su filosofía.
Esquina-bajan
Sobra decirlo, hay más libros, más materiales. Imagino, internet está plagado de planas al respecto (a favor y en contra), pero en honor a la verdad, estos son libros de escritores, pensadores y teólogos serios. Valen una lana, por lo demás. No cualquier mercachifle. De escoger, me quedo con los dos tomos de Ratzinger y con E. Renan. Los tres libros son una aplanadora de pensamiento. Cada uno en su enfoque único. Los del teólogo Ratzinger (el Papa que renunció a hablar con Dios) son para anotarse y subrayarse varias veces. Pero caramba, el libro de Renan es un cisma. Libro que derrumba todo a su paso, un huracán. Si usted no tiene su fe bien puesta o bien, si su fe es ciega (sin razón ni inteligencia), este libro la derrumbará.
Planto mi estandarte de batalla: Jesús me simpatiza. Fue humano como yo lo soy (Juan 1.14). Tuvo plagas, entre ellas la soledad, como las tengo yo (Mateo 14.23). Padecía insomnio, como lo padezco yo; aunque él sólo oraba (Lucas 6.12). Fue rebelde en materia política como lo sigo siendo yo (Lucas 23.2). Se echaba sus tragos, como yo (Mateo 11. 9). Fue pendenciero, como para mi mala fortuna, sigue siendo en parte al día de hoy, su servidor (Juan 2.3-10). Regañaba a todo mundo, como a veces me pongo yo (Marcos 14.37). Dudó, como yo he dudado (huerto de Getsemaní). Era laico y no sacerdote, como yo (Hebreos 7. 13-15). Le reclamó a su Padre, como en su momento les reclamaba a mis padres yo (Mateo 27.46)…
Jesús me simpatiza. Hombre de su estatura y carácter ha sido uno en toda la historia. Modificó el eje de la Tierra y aún hoy, más de 2 mil años después, estamos hablando de él. Hablo de él. Y claro, para iniciar, ¿Jesús existió? Claro que sí. De eso ya no hay ninguna duda. Ninguna. ¿Resucitó , volvió y luego voló al cielo? Ese es otro cantar que luego acometeré. Lo importantes es que Jesús fue humano como usted y como yo, señores. Así lo dejaron por escrito cronistas como Tácito, Flavio Josefo, Suetonio, Plinio el Joven.
Letras minúsculas
Pero, ¿quién fue realmente Jesús, el maestro de Nazaret?