Juan Diego Gómez impulsa a la irreverencia como motor de vida

Dice el consultor colombiano Juan Diego Gómez en su más reciente libro, “Manual para Irreverentes” que los irreverentes son inconformes, no solo porque alcanzan las metas que se trazan en el corto plazo, sino porque establecen nuevas, lo que implica un progreso personal tanto para ellos como para los suyos.

Ellos se distinguen porque se cuestionan para qué les suceden sus vivencia y no por qué, es decir, que tienen una actitud que le saca partido a lo que enfrentan cada día, lo ven como una oportunidad de aprendizaje y un trampolín desde el cual sacar partido para aprender y ser mejor cada día.

Son personas motivadas y cuyos miedos no les impiden emprender las aventuras necesarias para alcanzar sus objetivos. ¿Qué los hace tan especiales? Que si no tienen una motivación ellos mismo la construyen, para retarse, mejorar y crecer.

La importancia de la propia narrativa

Dice Juan Diego Gómez, que la narrativa, el cómo nos contamos nuestra propia vida es fundamental a la hora de asumirse irreverente, así aunque haya tenido un pasado complicado eso puede servirle como un punto de apoyo para impulsarse a alcanzar la meta.

“El irreverente, como el sabio, alejan de su mente todo pensamiento que los debilita”, asegura el autor y agrega que los irreverentes usan cada uno de sus logros para obtener otros, se exigen para continuar creciendo.

Saben reconocer cada logro pero no celebran nunca antes de tiempo y una vez conseguido, se alegran, pero se dicen a sí mismos que hay que mantener la calma, porque hay que ir por más. 

Reinventarse ante la incertidumbre

Cuando converso con Juan Diego, le digo que aun atravesamos por una pandemia, que qué le diría a quienes han perdido su trabajo. Y él contesta con seguridad, que lo primero sería que hicieran una fiesta, porque este nueva etapa les va a permitir retarse a sí mismos y reinventarse. ¿Cuál es el nivel al que desean llegar? El de sus necesidades y más, porque en cuanto aumenta la presión, los resultados suelen ser mejores.

Como dice en el libro, “Las expectativas y el punto de partida determinan, en buena medida, lo que una persona alcanza. Si alguien te dijo, y te lo creíste, que estar en una compañía de prestigio, gozando de prestaciones sociales y pudiendo pagar tus deudas era lo que necesitabas, ello bastará para que al llegar ahí entres en la zona de comfort...”.

Ante situaciones de incertidumbre, dice Juan Diego Gómez, hay miedo sí, pero si se pone a volar la imaginación sin duda generaremos ideas para iniciar proyectos que nos permitan salir adelante, para, en la medida de los posible, no depender de otro, sino de uno mismo.

Reivindicar la abundancia como algo bueno

Le comento a Juan Diego que en nuestro país la abundancia está mal vista -incluso desde el discurso oficial del gobierno federal- y que me parece muy positivo que él la rivindique, que le quite es halo dañino con el que la tratan en México.

Y sí, él dice que la abundancia bienvenida, “todos tenemos excesos, solo cambiamos los temas en los que nos excedemos. Algunos tienen exceso de trabajo, de palabras, de tiempo libre y unos más de vanidad. El asceta no está libre de nada. Tiene otros excesos, se precia de ser austero, ¿y sus resultados son mejores por ello?”.

En palabras de Juan Diego Gómez, para llegar a la abundacia, el irreverente inspiró y ayudó a otros en el camino de conseguirla, algo que es digno de destacar.

La importancia de los referentes

En el camino de la irreverencia contar con personajes que se conviertan en nuestros referentes es fundamental, para inspirarnos con sus historias, con sus logros y con sus empresas. Para investigar sobre ellos y saber qué podemos aprender de lo que hicieron en su momento. Cierro la entrevista cuestionando, de los que menciona en el libro, si tuviera que quedarse con un solo referente, cuál sería y mostrándome un libro sobre ella, afirma que con la novelista y filósofa Ayn Rand.

En “Manual para irreverentes”, el autor dice que Rand “sostenía (...) que el capitalismo exige lo mejor de cada hombre, su racionalidad, y, en consecuencia lo recompensa. Deja a cada ser libre para elegir el trabajo que le gusta, especializarse en él, cambiar su producto por los productos de otros y llegar tan lejos en el camino del logro como lo lleve su capacidad y ambición”.

Así es como este libro da pautas para mantenerse en una vida de rebeldía y hacerlo con entusiasmo, con pautas que sean para ir avanzando. El libro “Manual para irreverentes” está disponible en las librerías en formato físico y electrónico.