La vacilada de una rifa sepulta oferta por el TP01
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El gobierno de la 4T prefirió el populismo distractor de una rifa para “deshacerse” del avión presidencial, que aceptar la oferta más seria que -entre todas- le fue presentada por el magnate Pumsoo Ra, mediante un novedoso esquema que le daría al gobierno $146 millones de dólares de contado y le evitaría gastos incalculables de mantenimiento y operación.
Les platico: Andrés Marcelo Arredondo Méndez -representante en México del empresario coreano- recibió el pasado jueves 30 de enero una llamada de Jessica Avilés López, titular del Servicio de Administración y Enajenación de Bienes del gobierno mexicano.
Quería conocer los detalles de la oferta que desde hace un año, el presidente de Cerritos Holdings hizo formalmente por el avión presidencial e incluso, por toda la flota de aeronaves oficiales.
Antes de que Andrés Marcelo le explicara el modelo financiero detrás de dicha oferta, Jessica le dijo que querían $146 millones de dólares “negociables”.
Esa fue la palabra que la funcionaria federal utilizó según mi fuente: “Negociables”, como si estuviéramos hablando de la compra venta de un vocho. Háganme ustedes el refabrón cavor.
Andrés Marcelo le explicó que de entrada, ese monto está dentro de los márgenes de compra de su representado y que para afinar los detalles de la operación, requerían las bitácoras del TP01, para verificar el número de horas de vuelo que tuvo con Peña Nieto, el tiempo que permaneció “estacionado” en una base californiana y -muy importante- las inspecciones, certificaciones y mantenimientos que ha recibido en su corta vida.
Eso que el coreano y su representante le pidieron a la jefa del SAE equivale a lo que cualquier interesado en comprar un vehículo usado, le pide a quien lo quiere vender. ¿Estamos de acuerdo?
Jessica la respondió que tendría qué consultar el asunto personalmente con el presidente y que a más tardar al día siguiente recibiría su respuesta.
Y así fue: El viernes 31 "Andrés Marcelo".recibió la llamada de la titular del SAE, quien le dijo que el presidente había rechazado su oferta porque prefiere rifarlo.
Entonces, para que a todos se nos quite la duda, la idea de la rifa no es de ninguno de los asesores de MALO; es de él en persona y según me dijo el representante del empresario coreano: “Va para adelante con eso”.
¿Qué es lo que López Obrador está rechazando?
1.- Recibir líquidos y al contado los $146 millones de dólares “negociables” que a priori los de la 4T le pusieron como precio de venta al avión. Obviamente, para hacer el trato se necesita que el comprador tenga acceso a las bitácoras de la aeronave, nada más para asegurarse de que no vaya a estar desbielado, chocado o le falten piezas; ya ve usted cómo se las gastan en algunos lugares de México.
2.- Como el coreano compraría el avión, dentro de la operación incluye saldar el adeudo que existe por parte de Sedena -la arrendataria legal- con Banobras, que fue la institución financiera mexicana que se lo rentó a la Boeing.
De tal suerte que se eliminaría un pasivo de miles de millones de pesos en las cuentas del gobierno. Recordemos: el TP01 lo arrendó Banobras a la Boeing en 2012, mediante un esquema a 15 años.
3.- El esquema de “sale and lease back” que propone el coreano consiste en que si el gobierno quisiera usar el avión para evitar que anden pasando cosas como esas del pasajero y su familia que se bajaron de uno cuando vieron arriba al presidente, podría hacerlo pagando una renta muchísimo más barata que lo que le cobran hoy, porque los que armaron la operación en el gobierno de Calderón se la bañaron con unas cláusulas bien leoninas, pensando en que el nuevo presidente sería del PRI. Han de haber pensado: “¿Quieren avioncito nuevo? Pues ahí lo tienen, ahora, jódanse y muéranse pagándolo”.
Con la oferta del coreano, los viajes de MALO y de muchos de sus funcionarios serían menos caros que los que hoy resultan al estar viajando por aerolíneas comerciales. Además, está el tema de la seguridad y del hecho de que cada vez que el presidente vuela, se desconecta porque pierde comunicación con sus cabezas en cuanto a temas cruciales de gobernabilidad.
Y ni modo que diga que trae un wattsapp especial porque a los humildes mortales nos obligan a traer los celulares en “modo vuelo”. O qué, ¿acaso ya hay un nuevo “modo presidente?”. Es pregunta, conste.
4.- Otra opción sería pagarle al gobierno mexicano el valor actualizado de la aeronave; luego, Cerritos Holdings absorbería la deuda remanente con el dueño del avión -que es Boeing- y en seguida, lo rentaría a alguna aerolínea como Emirates u otras de ese calibre, que le darían a Pumsoo Ra una renta que estaría dispuesto a compartir con el gobierno mexicano.
Con cualquiera de éstas alternativas de negocio, el gobierno se ahorraría miles de millones de pesos en pago de intereses, mantenimiento, administración de hangares, sueldos de personal altamente especializado y boletos de avión pagados a aerolíneas comerciales, con la ventaja ya citada en materia de seguridad y contacto con las riendas del País.
CAJÓN DE SASTRE
“Imagínense, solo de intereses, la 4T -bueno, nosotros los contribuyentes- está pagando más de un millón de pesos diarios por un avión que cada día se deprecia más, porque en esa industria, los equipos valen menos en tierra que volando. Pero en fin, con ésta decisión presidencial nos queda claro cuáles son las verdaderas intenciones de un político que piensa más en elecciones que en generaciones, porque los estadistas piensan y actúan exactamente a la inversa”, advierte la irreverente de mi Gaby.