Más automóviles en Saltillo / 2
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Actualmente se insiste en la importancia de cambiar a los automóviles “verdes”, la alternativa a los motores de combustión interna mediante otras fuentes de energía renovable como la electricidad. En Coahuila ya se manejan, aunque muy poco, los automóviles híbridos: el Inegi anunció que durante los meses de julio y agosto se vendieron 25 unidades híbridas. El tema de los automóviles es muy amplio, por lo que dedico una colaboración más a los vehículos que en otros tiempos circularon en las calles de Saltillo.
Eduardo Valverde publicó en la Revista Coahuilense de Historia un texto: “El primer sitio de automóviles”. Dice que los primeros vehículos de tracción mecánica, que llegaron a Saltillo aproximadamente entre 1910 y 1912, eran autos europeos marca Roa y pertenecieron a don Clemente Sieber, fundador de la ferretería que aún lleva su nombre, y a don Venustiano Carranza, entonces gobernador del estado. Esos primeros automóviles que rodaron por las calles todavía empedradas de la ciudad llamaban poderosamente la atención de los saltillenses.
La gente empezó a demandar los servicios de carros de alquiler, que antes ofrecían los coches de caballos, y los primeros sitios de automóviles para ese fin se establecieron en los alrededores de la plaza de Armas entre 1910 y 1913. El de Teófilo Martínez Morton se ubicó en la calle de Juárez frente al Jockey Club, y el de Severiano Rodríguez, agricultor, político y revolucionario, presidente municipal en ese tiempo, se instaló con unos ocho o 10 automóviles Ford en la calle de Ocampo frente a los portales, antes de que esa calle al costado norte de la plaza de Armas pasara a ser parte de la plancha de la misma plaza. Los carros de alquiler permanecían estacionados en su base, y los pasajeros podían llegar hasta ahí para solicitar un traslado, o pedían el servicio por teléfono. Todos los sitios tenían un teléfono instalado en el poste más cercano para recibir las llamadas. En la esquina de Xicoténcatl y Victoria funcionó casi durante 50 años el “Sitio de Autos 11-12”, que llevaba en su nombre su número telefónico.
En 1926, Rodolfo Santoscoy tenía una agencia de autos Durant y Star en la calle Victoria número 89. También era taller de reparación, pintura y venta de accesorios, refacciones, llantas, cámaras, gasolina, aceites y lubricantes, y tenía representantes en Parras, Matehuala y Concepción del Oro. Don Segundo Rodríguez Álvarez tuvo más tarde en la misma calle de Victoria la agencia de automóviles Ford. En los sesenta, funcionaba la agencia GM Chevrolet, de don Miguel Dainitín, y vendía también algunas otras marcas. Una de ellas era la Vauxhall, una marca inglesa de carros muy bonitos, chiquitos y angostos. Toño y Ariel Gutiérrez Cabello me pasaron la información de que su padre, mi querido maestro de literatura mexicana en el Ateneo Fuente, don Antonio Gutiérrez Dávila, tuvo un Vauxhall entre 1960 y 1962. Era de color azul celeste con el techo blanco, y en las noches lo estacionaba en su casa en la calle de Aldama. En aquel elegante carro inglés iba a dar sus clases al Ateneo y a Leyes.
El licenciado don Arturo Moncada Garza bajaba por la calle de Allende, entonces con sentido de sur a norte, conduciendo también un Vauxhall y saludaba a todo el que se encontraba. Vivía en la calle de Morelos antes de llegar a la de Pípila y todos los días iba al Ateneo a impartir sus clases de lógica y ética. Seguramente, los dos maestros se encontraban en el camino al Ateneo, el licenciado Gutiérrez “la Muñeca”, en su carro color azul celeste y blanco, y el licenciado Moncada en su carro color gris. ¡Quién sabe si en el trayecto jugarían unas carreritas los dos inolvidables maestros y prestigiados juristas coahuilenses!