¿Quién fue el culpable del éxito de los 'Pats', Brady o Belichick?

En el fondo, Tom Brady necesitaba descubrirlo. También lo hizo Bill Belichick. Juntos se habían quedado sin  montañas para escalar. Tuvieron que separarse para responder la única pregunta que quedaba sobre la asociación más exitosa en la historia de la NFL.

¿Quién fue más vital, el mariscal de campo o el entrenador?

El mundo del deporte ya se ha puesto patas arriba por la pandemia de coronavirus, posponiendo y cancelando juegos y eventos en todo el mundo. Nada puede sorprendernos más como fanáticos, y sin embargo, este día Brady sacudió el fútbol americano con la deserción más impresionante que el deporte haya visto jamás, dejando a los Patriots, donde ganó sus seis anillos, por un acuerdo de agente libre.

Si Brady gana su séptimo anillo del Super Bowl, será en los colores de los Buccaneers, o de los Chargers, ¿o quién sabe?.

El entrenador de Brady ya no será Belichick. Su hogar ya no será el Gillette Stadium. Su objetivo ya no será unirse a los grandes de Nueva Inglaterra como Bill Russell y Larry Bird, Ted Williams y Carl Yastrzemski, como un ícono de un uniforme. Brady ha decidido terminar su carrera de la misma manera que su ídolo, Joe Montana, y su amigo, Michael Jordan, que terminaron con la suya, en otro equipo.

"No sé qué deparará mi futuro", escribió Brady en las redes sociales, "pero es hora de que abra una nueva etapa para mi vida y mi carrera".

Su apuesta es monumentalmente peligrosa. Si Brady pasa el resto de su carrera sin precedentes yendo 8-8 y 9-7, sabe lo que la gente dirá.

Por supuesto, también sabe lo que la gente dirá si avanza a otro Super Bowl o dos.

Brady nunca ha temido las consecuencias del fracaso. Poco después de que los Patriots lo hicieran su segunda selección de la sexta ronda en el draft del 2000, y la 199ª selección en general, el ex quarterback de Michigan le dijo al dueño Robert Kraft : "Soy la mejor decisión que ha tomado esta organización". Ahora Brady ha tomado la decisión más audaz que haya tomado.

Desgastado por 20 temporadas consecutivas de entrenamiento implacable, cansado de salarios por debajo del mercado y creadores de juego por debajo del promedio, Brady, de 42 años, disfrutó tanto de la liberación de la agencia libre que permitió la elección de Logan Ryan.

"Por favor, quédate Tommy", decía un cartel gigante esa noche. Tommy eligió en cambio comenzar una nueva aventura y demostrar que siempre fue mucho más que el producto con hoyuelos del genio de Belichick.

La jugada segura, tal vez la jugada inteligente, fue quedarse con el entrenador, el equipo y la división que parecían darle a Brady su mejor oportunidad de ganar en grande, y hacer de Nueva Inglaterra la primera franquicia con siete títulos de Super Bowl, antes de retirarse. 

"Simplemente no sé qué va a pasar", dijo, "y no voy a predecirlo ... Me encanta jugar al fútbol. Me encanta jugar para este equipo. Me encanta jugar para este equipo". "Me encantó jugar para este equipo durante dos décadas y ganar muchos juegos".

Brady dejó atrás todo ese triunfo, todo ese sudor de equidad en Foxborough, y abrió la puerta para los que lo odian si las cosas salen mal.

 Brady ganó una docena de juegos la temporada pasada y fue una inexplicable derrota en casa ante Miami lejos de ganar otro adiós de primera ronda y aterrizar en una posición sólida para avanzar a su décima aparición en el Super Bowl. Se espera que su centro titular, David Andrews, vuelva a jugar después de perderse todo 2019 debido a coágulos de sangre en sus pulmones, y Belichick seguramente buscará actualizaciones en el receptor. El coordinador ofensivo de Brady y su hermano confesor, Josh McDaniels, también regresaron para proporcionar el consejo y el libro de jugadas que han ayudado a convertir al mariscal de campo en una fuerza tan indomable.

Suena como una situación terriblemente difícil de alejarse. Y, sin embargo, se fue, Brady se quedó, pegando a Belichick con Jarrett Stidham , o cualquier brazo veterano disponible que esté dispuesto a reemplazar una leyenda viviente.

Algunas personas dentro de la organización esperaban que Belichick le mostrara a Brady un poco más de amor y afecto (y dólares) en la última hora en un intento por traer a Tommy a casa, pero no es así como este señor. Belichick le decía a la gente hace años que esperaba con ansias el día en que pudiera intentar ganar un Super Bowl con un mariscal de campo diferente. Ahora tiene su oportunidad.

Hace dos temporadas, después de que Brady y Belichick se enfrentaran por el posible sucesor de Brady, Jimmy Garoppolo,  Brady consideró seriamente abandonar a los Patriots luego de su desalentadora derrota del Super Bowl en Filadelfia. "Si está casado 18 años con una persona gruñona que se mete debajo de su piel y nunca lo felicita, después de un tiempo quiere divorciarse de él", dijo una fuente cercana a la relación Brady-Belichick en ese momento. "Tom sabe que Bill es el mejor entrenador de la liga, pero ya ha tenido suficiente de él. Si Tom pudiera, creo que se divorciaría de él".

Ahora Brady recibe su oportunidad.

El mejor mariscal de campo puede ver cuán fácil es competir por títulos sin Belichick. Ahora, el mejor entrenador puede ver lo fácil que es hacer lo mismo sin Brady. ¿Quién ganará más juegos? ¿Quién se verá más nervioso sin el otro? ¿Quién ganará al otro en un último Trofeo Vince Lombardi para siempre?

Esto está claro: va a ser muy divertido verlo.

El rival definitorio de Brady solía ser Peyton Manning. Hoy es William Stephen Belichick. Con información de ESPN