Vecinos de Hormiguero, entre aguas negras y desechos a causa de drenaje
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Concepción Rodríguez, habitante de Hormiguero, platica que es un mugrero desde que se descompuso el cárcamo, pues al no trabajar el agua sale y se estanca en las calles terrosas del ejido, denuncia a Vanguardia.
“Mande a salubridad”, grita una niña cuando tomo fotografías de las aguas negras que salen de las alcantarillas del ejido Hormiguero de Matamoros. Desde hace meses, vecinos del ejido aseguran que el drenaje sanitario está averiado y las alcantarillas no funcionan, por lo que brotan aguas negras en distintos sectores del rancho.
Concepción Rodríguez, habitante de Hormiguero, platica que es un mugrero desde que se descompuso el cárcamo, pues al no trabajar el agua sale y se estanca en las calles terrosas del ejido, denuncia a Vanguardia.
“El drenaje no lo hicieron bien, no han venido a arreglarlo, se tapa y es un cochinero. Sobre todo en las noches”, menciona.
El agua estancada hiede y los olores se impregnan apenas se acerca a los chapoteaderos en los que se ha convertido alrededor de las cinco alcantarillas del ejido. Como el ejido tiene pendientes y las calles están desniveladas, el agua negra a veces correr como río hasta que se asienta en una zona. Para los vecinos, es un fastidio y un riesgo estar inhalando los olores, sobre todo en las noches cuando corre un poco el viento y lleva consigo el hedor dentro de las casas.
Concepción asegura que muchos niños se han enfermado por infecciones y por los bichos y moscos que rodean los derrames de aguas sucias. Además de que el drenaje no sirve, Concepción refiere que no siempre tienen agua para consumo doméstico. “A veces tenemos que ir a la noria por agua, porque no sale. Aquí en esta calle, tenemos agua solo de una a cinco de la tarde”, platica.
Catalina González, otra vecina del ejido, cuenta que hay ocasiones en que se hace tanta laguna, que el agua con desecho se ha metido a las casas.
El problema es tan grave, dicen los vecinos, que se forman lagunas de desecho y no se puede ni pasar por las calles.
Catalina relata que hay ocasiones en que se han quedado hasta cuatro meses sin agua, por lo que tienen que ir a otros ejidos por el líquido o también personas cargan y venden el relleno de tinacos en 100 pesos.