Vuelve a sesionar el Congreso

Este lunes 2 de septiembre el Congreso del Estado dio inicio a su segundo periodo de sesiones ordinarias correspondiente al segundo año, de tres que comprende su ejercicio constitucional.

La Legislatura de Coahuila se reúne en Pleno dos veces al año en otros tantos periodos ordinarios. Cada uno de éstos comprende cuatro meses: el primero va de marzo a junio y el segundo de septiembre a diciembre. En total suman ocho meses ambos periodos.

En los otros cuatro meses del año queda comprendido un par de recesos: enero-febrero y julio-agosto, durante los cuales funciona una Diputación Permanente, integrada por 11 de los 25 legisladores que forman el Congreso. Esta Diputación Permanente carece, en estricto sentido, de facultades legislativas, toda vez que éstas corresponden al Pleno.

El Poder Legislativo local se deposita en una asamblea denominada Congreso del Estado, actualmente integrada –como ya se dijo– por 25 diputados, los cuales debieron su elección a la postulación que de ellos hicieron cuatro partidos políticos nacionales (PRI, PAN, Morena y PRD) y uno estatal (UDC).

Contra lo que comúnmente se cree, el Congreso del Estado de Coahuila sí tiene numerosas y muy importantes facultades. El artículo 67 de la Constitución Política local las menciona una a una; su número asciende a 54. Que no las ejerza debidamente o que no las ejerza con independencia, es otra cosa.

Sólo para efectos comparativos, cabe mencionar que las facultades que el artículo 82 de la propia Constitución le señala al gobernador, titular del Poder Ejecutivo, suman 30. Pero más importante aún resulta el hecho de que un buen número de las 54 atribuciones correspondientes al Legislativo son funciones de vigilancia y control sobre el propio Ejecutivo, es decir, sobre el gobernador del estado, aunque en la práctica ocurre exactamente lo contrario. Lo cual a su vez es causa del desastre que ahora padece Coahuila. Y que, de no componerse las cosas de raíz, lo seguirá sufriendo durante muchos años.

En el orden político, ¿cómo podrán componerse las cosas en Coahuila? En principio mediante la elección de una mayoría de diputados que ejerza con independencia y valor civil sus funciones, de manera que reivindique para el Congreso su dignidad y categoría de verdadero poder. Y desde luego que el votante esté atento al desempeño de sus legisladores, a fin de que éstos cumplan sus funciones como es debido y de manera eficaz. No como gestores ni coyotes, sino como auténticos representantes populares, como verdaderos legisladores.

Sin duda es más importante el segundo periodo de sesiones ordinarias del Congreso que el primero. Es decir, el de septiembre-diciembre, iniciado el pasado lunes. Porque durante este periodo tiene lugar el ejercicio de sus atribuciones relacionadas con el control de la administración pública estatal por las vías de la aprobación de los ingresos fiscales, tanto del estado como de los 38 municipios, del presupuesto estatal de egresos y de la rendición y revisión de cuentas de los municipios y del estado.

En efecto, de acuerdo a lo establecido por el artículo 67 de la Constitución local, corresponde al Congreso del Estado “examinar, discutir y aprobar anualmente la ley de ingresos y el presupuesto del Estado” y “asimismo examinar, discutir y aprobar anualmente las leyes de ingresos de los municipios” (fracción XXXIII); así como también “revisar, por conducto de la… Auditoría Superior del Estado… las cuentas públicas de los Poderes del Estado, Municipios (y) organismos públicos autónomos” (fracción XXXIV).

Además, durante este periodo, el 30 de noviembre, el gobernador del estado debe “asistir e informar al Congreso cada año… sobre el estado general que guarda la administración pública estatal” (artículo 84-IV de la Constitución), lo que a su vez dará lugar en los días subsiguientes a que comparezcan los secretarios del despacho a ofrecer explicaciones adicionales y responder a los cuestionamientos que los diputados les formulen.

Sin duda, es muy importante el segundo periodo de sesiones ordinarias del Congreso. Ojalá el ciudadano común se dé tiempo de estar al tanto de lo que durante su desarrollo suceda.

@jagarciavilla