‘Y nosotros de mal en peor’

Coahuila es una tierra atropellada desde el momento en que Enrique Martínez tomó la decisión de imponer a Beto Moreira como Gobernador; de ahí el acabose.

PRIMERA MALA. Ante las trapacerías del antiguo –y este régimen– donde hubo mezcla de proveedores fantasmas, obras inconclusas, dineros desviados y presupuestos inflados, la Federación ya no confía en el encargado de negocios de “Moreira INC” y resolvió reducir el presupuesto y congelar las obras y apoyos gubernamentales hasta que no fueran comprobadas las irregularidades (cientos de ellas) detectadas en los dos sexenios malditos y esta inutilizada gerencia.

Ante ello, me comentan mis pajaritos (más bien guajolotes) que en el palacio rosa hubo un diálogo entre el secretario y socio Jericó y el gerente moreiriano: “Gobernador, tengo una solución a la falta de recursos para impulsar el desarrollo habitacional”. “Dime rápido cuál”. Contesta el agobiado encargado. Jericó: “Descubrí un programa de apoyo de la ONU por el cual nos dan recursos a fondo perdido y sin auditoría, como te gustan”. Adelante, háblales y les hacemos la ceremonia”.

Resulta que en realidad el mencionado programa Hábitat brinda asesoría para el desarrollo de comunidades, pero no tiene presupuesto para obras. Por lo que a pesar del suntuoso aviso de la firma del convenio, Coahuila no recibirá un sólo centavo del Banco Mundial para desarrollo habitacional y mucho menos del Gobierno Federal.

Dicen que la regañada posterior estuvo de película y también la desilusión de los socios de Ciudad Derramadero: Chema y sus lacayos Jericó, Rubén “N” y su cártel y, desde luego, Miguel “N” que ya está hasta las manitas embarrado.

PRIMERA PÉSIMA. Siguiendo con las malas noticias para los saqueadores del estado (esta semana, dos seguidas), resulta que cuando ya habían fumado la pipa de la paz con Guadiana, quien al fin es un hombre de negocios y que continuaba impulsando el fracking en la Cuenca de Burgos, las declaraciones mañaneras del “tlatoani fuchi-guacala” frenaron los ímpetus del senador, declarando que su gobierno no permitirá la extracción que genere daños al ambiente y atrás los filders y las caras largas. Entretanto el juguetito ese del Clúster día con día se deshace y por lo pronto Martha Carranza es la tercera baja del complejo.

La siguiente noticia es que ya el gobierno de la 4T se dio cuenta de los manejos oscuros de la truculenta Prodemi y ordenó a la CFE optar por otros productores directos –desde pequeños hasta grandes– sin la intermediación de ese negocio del siglo de la marca de la “M”. Se escuchan las rabietas en la oficina de un diputado federal de mentiritas al que le están bloqueando todos sus negocitos. “Ya era hora”.

PRIMERA PEOR. No hay peor gobernante que aquel que lo hace mediante el descaro y el cinismo.

El primer priista de Coahuila, Miguel Ángel Riquelme Solís, tomó protesta a la Estructura Magisterial Prisita y celebró esta unión y “desde su gobierno (sic) se comprometió a brindarles el apoyo que requieren para satisfacer sus principales demandas”.

Sin medir las consecuencias de su torpe proceder (esto debido a que ya no puede alegar que Rubén no lo deja gobernar), Riquelme entrega una patente de corso a aquellos maestros que estén con el PRI, con el requisito de pertenecer a esa piltrafa de partido a fin de ver satisfechas sus necesidades.

Ante el grave peligro de que la familia Moreira pierda el control de las dos secciones sindicales de Coahuila, debido a las reformas legales que exigen la democratización de las elecciones y el voto libre y directo de los mentores, Carlitos ha desplegado una campaña a fin de excluir de los procesos electorales a los maestros jubilados, a quien ya no puede maicear ni presionar, y se queda con los maestros en activo a quienes están ofreciendo plazas al por mayor ( aunque no haya dinero para pagarles) inclusive interinatos inexistentes, con tal de que voten por sus entenados.

Lo que no han medido es la reacción en cadena que están generando, pero de rechazo que repercutirá no solamente en las elecciones internas, sino en las de la legislatura local el próximo año. En palabras de un educado ingeniero amigo: “soltaron una flatulencia de mayor diámetro que la cavidad anal”. Vaya cosa.