Conversando | Invita escritor Sergio Arévalo a conocer a la comunidad LGBTTTI
COMPARTIR
Arévalo empezó a escribir los relatos a los 19 años y los guardó, pero fue hasta el año pasado que durante la pandemia trabajó los textos para formar un libro con apoyo de talento local
Todos nos hemos enamorado o desilusionado, hemos querido, engañado o sufrido, hemos tenido una mala cita o un romance memorable; todos hemos tenido un deseo o una relación; partiendo de este abanico de sentimientos humanos, el escritor saltillense Sergio Arévalo encontró historias con personajes de la comunidad LGBTTTI para su primer libro “Dos cabezas y un corazón”.
“Algo que yo considero es que la gente puede acercarse a leer sobre eso, gente que no tenga tus mismas preferencias, es algo que todavía se está trabajando, no es una obligación, sino una invitación para conocer realmente… Es como decir: aquí estamos, tenemos sentimientos y te invito a que nos conozcamos para hacer un mejor mundo”, afirmó el joven comunicólogo en el programa Conversando conducido por el periodista Carlos Arredondo.
“Dos cabezas y un corazón” es un libro de relatos que narran anécdotas que le han sucedido o escuchado, y tienen como finalidad que el lector se identifique con las situaciones y pase un momento de diversión y reflexión, independientemente de la preferencia sexual.
“Yo quisiera que los relatos te sonrojaran, pero sobre todo te rieras y dijeras que alguna vez me pasó algo igual o algo similar”, dijo el autor.
Otro objetivo es que los lectores que tienen familiares o amigos gay con quienes se han distanciando por diferencias, puedan entender que “somos iguales: nos enamoramos”, metemos la pata, nos divertimos, nos pasa algo que queremos ocultar o contar.
“Varios de los relatos, la primera mitad, se dieron de inspiración después de una mala cita, después de una buena cita, momentos en que decía: tengo que desahogarlo de una forma, y creo que a muchos les pasa, queremos escribir lo que nos está pasando, para ordenar las ideas también”, explicó.
Arévalo empezó a escribir los relatos a los 19 años y los guardó, pero fue hasta el año pasado que durante la pandemia trabajó los textos para formar un libro con apoyo de talento local: Carlos Mirón en la edición, Édgar London en la corrección de estilo, Fabián Hernández en las viñetas y portada, y Humberto Vázquez Galindo en el prólogo.