Rodolfo Torre Cantú
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Hoy el corazón del viejo filósofo está de luto pues el pasado lunes 28 de junio, a las 10:30 horas, las balas irracionales de la delincuencia organizada cegaron la vida de un excelente político, mejor padre de familia, de un extraordinario hijo: el Dr. Rodolfo Torre Cantú, candidato de la alianza PRI, PVEM y PANAL a la gubernatura de Tamaulipas.
A sus 46 años, Rodolfo Torre Cantú, fue un hombre que se supo ganar el cariño, el respeto, el reconocimiento y la amistad de propios y extraños, con un trabajo pleno de sensibilidad política; lleno de humildad y de servicio.
Perteneciente a una familia honorable, trabajadora, querida y respetada, su lamentable muerte es una pérdida para todos los tamaulipecos, que hoy estamos de luto. también nuestra democracia lo está.
Rodolfo Torre, fue un candidato "vendible" porque era un hombre que sabía escuchar, lleno de sencillez, de humildad, de generosidad, de don de gente, de capacidad política. Fue un político de resultados, así lo demostró en las diferentes tareas que desempeñó, desde la jefatura de Servicios Médicos de BANRURAL, en el DIF, en el PRI municipal de Cd. Victoria, como Diputado Local, pasando por Secretario de Salud, Diputado Federal y posteriormente, como candidato a la gubernatura.
En el pasado proceso electoral, el voto ciudadano -con 86,985 sufragios-, lo colocaron por derecho propio, como el segundo candidato priísta a Diputado Federal que obtuvo el mayor número de votos en el país, por eso y por mucho más, era garantía de triunfo para el PRI en las elecciones para gobernador de Tamaulipas del próximo 4 de julio, en donde aventajaba con más de 30 puntos a su más cercano competidor.
Rodolfo Torre, provenía de una familia muy apreciada en nuestro Estado; su abuelo, el Dr. Egidio Torre Repeto, fue un médico muy respetado en nuestra tierra y un acendrado liberal; su abuela Mariquita, fue una mujer toda bondad, que generosamente se dedicaba a servir a los más necesitados desde el Club ABC. Sus padres, la Sra. Ana María (q.e.p.d.) y el Dr. Egidio Torre López, forjaron una familia en el amor; él es un afamado galeno, siempre dispuesto al servicio de los más humildes, un cronista reconocido, un político experimentado y un hombre muy querido.
Rodolfo Torre, garantizaba unidad en la contienda, porque era un político que a su paso iba sembrando amigos, sirviendo a todos sin distingo, desarrollando una intensa y sencilla campaña basada en la civilidad política, en el diálogo directo, en el consenso, en el acuerdo, acciones que eran un buen aval para llegar como puntero al proceso electoral que se avecina.
El cobarde asesinato del Dr. Rodolfo, no sólo ha conmovido a los suyos, también ha perturbado a las familias tamaulipecas y ha calado en lo más íntimo del país entero, que en su conjunto se siente vulnerado en la seguridad de sus familias. Hoy hago mío el poema de Alberto Cortez:
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"Cuando un amigo se va, queda un espacio vacío
que no lo puede llenar, la llegada de otro amigo.
Cuando un amigo se va, queda un tizón encendido,
que no se puede apagar, ni con las aguas del río.
Cuando un amigo se va, una estrella se ha perdido,
la que ilumina el lugar, donde hay un niño dormido.
Cuando un amigo se va, se detienen los caminos,
se empieza a rebelar el duende manso del vino.
Cuando un amigo se va, galopando su destino,
empieza el alma a vibrar, porque se llena de frío.
Cuando un amigo se va, queda un terreno baldío,
que quiere el tiempo llenar, con las piedras del hastío.
Cuando un amigo se va, se queda un árbol caído,
que ya no vuelve a brotar porque el viento lo ha vencido."
filosofo2006@prodigy.net.mx