Todo huele mal en Qatar
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A la organización del mundial Qatar 2022, con la anuencia de la FIFA y el gobierno local, existen miles de documentos, investigaciones y caminos de corrupción.
Un principado. Una historia idílica. La atención de todo el planeta. El pretexto. El deporte con mayor cantidad de aficionados, practicantes y simples mirones.
A la organización del mundial Qatar 2022, con la anuencia de la FIFA y el gobierno local, existen miles de documentos, investigaciones y caminos de corrupción.
De compra de voluntades. De los votantes asociados. Desde la cabeza del principal, del entonces presidente de la FIFA.
Construir en ese pequeño estado millonario, fruto de la extracción de combustibles fósiles. Las sedes, los estadios, con los requerimientos exorbitantes, de lujo, se requirió de mano de obra. De extranjeros. Cientos de ellos contratados como esclavos con paga a destajo. Con riesgo alto de accidentes durante la jornada.
En el desierto, la muerte no hace ronda, vive permanente. Para cuando muestra los colmillos es tarde. Has sido devorado.
La numerología no reconocida por parte de Qatar y la FIFA, menciona a cientos. No una docena. Tampoco se cubrió los costos de traslado de los cuerpos y menos, la indemnización a los deudos.
Cómplices FIFA y Qatar recibirán a las selecciones calificadas a la justa. De un país con doble moral. El islamismo radical y la imposibilidad libertaria de occidente, en las costumbres etílicas, sexuales, de tolerancia y de apertura.
Adiós a la fiesta brasileña. También al protagonismo argentino. Bienvenida a los troncos mexicanos, nuestros ratoncitos verdes, guiados por Martino.
Vamos con Dinamarca, Alemania, Croacia y Francia. Observar con microscopio a los organizadores, a la FIFA, y cualquier intento radical de Isis. De ensuciar más, un mundial ya pasado por las letrinas.