Saltillo: la pasión por el deporte se hereda, confirma ‘Fede’
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Ser padre es una bendición única, pero ser un padre deportista es todo una dicha, crecer con el deporte para después inculcarlo a los descendientes es uno de los regalos más sanos que un ser humano puede otorgar. Fomentar el deporte a través de las generaciones es un bien necesario para toda sociedad.
Practicar deporte es algo único, es encontrar una pasión y formar una personalidad de forma brillante. Los deportes te llevan a pasar momentos increíbles, cosas buenas o malas, lapsos de triunfos y también de derrotas, pero son una pasión que sólo la comprenden aquellos que la practican.
El ámbito deportivo no juzga, no depende de razas, religiones o ideales, simplemente busca unir y fomentar la sana competencia. Federico Romero es un hombre de 64 años que le ha dedicado toda su vida a los deportes, un atleta en toda la extensión de la palabra, pero sobre todo un padre ejemplar, un ídolo para sus hijos Alejandro Romero (40 años), Darío Romero (37 años), Iván Romero (33 años) y Regina Romero (15 años).
Para Darío, su padre ha sido un ejemplo a seguir en muchos aspectos de la vida, siempre aprendiendo de la resiliencia que irradia su figura paterna. Con gran cariño recuerda como el gusto por el deporte le fue heredado, gracias a su guía vitalicio.
“Desde chiquitos nos inculcó el deporte, nos tenía jugando americano y soccer, el siempre nos acompañaba a todos los juegos y nosotros a él lo acompañamos a varias competencias como maratón LALA, iron man 70.1, de las más importantes para él, todas las mañana se va a jugar frontenis y su deporte favorito que es el tochito, en el cual he competido contra él, y he jugado también en su mismo equipo”
Federico es ciclista, nadador, jugador de tochito, alpinista, corredor, triatleta, ironman y clavadista... Un verdadero enamorado y apasionado de los deportes. Las ramas acuáticas fueron las primeras en entrar a su vida, en las cuales demostró rápidamente ser un dotado de la disciplina.
“Comencé a hacer deporte desde los seis años, inicié en clavados y también practicaba natación, pero mi fuerte eran los clavados. Gané el segundo lugar del Torneo Regional de Clavados a la edad de 10 años, un torneo donde participaba Nuevo León, Coahuila, Chihuahua y Tamaulipas, ese fue mi primer logro deportivo”
Luego de hacerse un buen nadador y clavadista, a los 12 años decidió incursionar en el frontenis, deporte que sigue practicando en la actualidad y que considera indispensable en su día a día. Es uno precursor del tochito saltillense, ahora llamado flag football, disciplina que comenzó a practicar en su juventud y que sigue siendo parte de su agenda deportiva semanal. Al igual que el montañismo, pasión que lo sigue desde los 18 años de edad.
“En la preparatoria empecé a hacer mucho montañismo, inicié aquí en Coahuila, escalando todas las sierras (La Viga, El Potosí, Los Aguajes). Tenía como objetivo hacer una vez al año la trilogía de las montañas, era escalar el Popocatépetl, el Iztaccíhuatl y el Pico de Orizaba. En esa etapa creció mi pasión por seguir haciendo deporte, también he subido al Nevado de Toluca” .
La mayor motivación de Fede-Sport (como es conocido por muchos atletas) es mantenerse activo.
“Mi mayor reto ha sido vencer al cansancio, mi objetivo ha sido derrotarlo, lo he intentado al practicar muchas disciplinas. Me gusta sentir la adrenalina de los deportes, esa sensación que se genera cuando haces deporte, eso es algo que me gusta mucho y que me ha mantenido”.
Otro deporte que llegó para quedarse en la vida de Romero es el ciclismo, al cual adoptó como un estilo de vida. Es bastante normal ver rodar a Federico por las calles de la capital saltillense, sobre todo para llegar a la Ciudad Deportiva, su bicicleta es su medio de transporte favorito.
“Uso la bicicleta para transportarme la mayor parte del tiempo, por ejemplo, me voy en ella al frontenis de ida y vuelta hasta la Ciudad Deportiva. El ciclismo es un deporte muy lindo, uno que puedes adaptar para transportarte dentro de la ciudad, igual sigo yendo a la sierra para practicar con la bicicleta”
A simple vista, Federico luce físicamente en muy buen estado y se conserva como un verdadero atleta en cuanto a condición física, pero su hombro izquierdo y la rodilla derecha guardan las heridas de las lesiones que ha tenido en el mundo deportivo, aunque no significan más que anécdotas para este deportista.
“Una lesión que me duró muchos años fue en el brazo (izquierdo), me pasó de tanto practicar clavados, el agua me botó el brazo y me tuvieron que operar. Pero realmente no he tenido lesiones graves, todos los deportistas sufrimos algún tipo de lesión, a eso nos exponemos, pero gracias a dios me he conservado bien”.
Actualmente, Fede se mantiene activo en las ramas de frontenis, natación, ciclismo de montaña, montañismo y flag football (tochito), juega para los equipos de Raiders Masters y Soldiers en ligas locales de tochito, además se prepara para un torneo nacional de la especialidad en Texcoco, pues asegura no pensar en el retiro del ambiente atlético.
“Nunca he pensado en dejar el deporte, al contrario, me gusta cada vez más. Yo a las siete de la mañana estoy jugando frontenis, los sábados a las ocho ya ando en la bicicleta, los fines de semana vamos a las montañas y cada dos o tres meses me voy de campamento, aparte juego tochito en dos equipos. No creo dejar el deporte”.
El correr de los años no le ha afectado a este atleta tan completo, el deporte le ha permitido conservarse de gran manera y hacer muchas cosas como si tuviera las mismas condiciones de cuando era un juvenil.
“Más allá de los trofeos o medallas, el logro más importante es seguir activo. Los deportes me han dado mucha salud, por ejemplo, juego en tochito master 35, es una diferencia de casi treinta años y sigo siendo titular. No tomo ningún medicamento, no padezco de ninguna enfermedad, muchas personas de mi edad no pueden ponerse ni los zapatos, mucho menos correr, son cosas que me ha dado el deporte”.
Sin duda es todo un modelo a seguir para los jóvenes atletas, pero sobre todo para sus seres queridos. Su hijo, Iván lo aprecia inmensamente, para él es un guerrero del deporte y de la vida.
“Nunca se queda a medias de nada, siempre se mantiene firme en sus objetivos. Admiro que es una persona muy disciplinada, cumple los objetivos cuando se lo propone y siempre le agradezco ese ejemplo que ha sido para nosotros. Quiero que mis hijas un día me vean como yo veo a mi papá, como un súper papá. Le deseo un muy feliz día a mi viejo”.