Los Bhutto, una familia señalada por la violencia política
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<span></span><span style="font-weight: bold;">Islamabad.-</span> La ex primera ministra paquistaní Benazir Bhutto, que escapó este jueves a un atentado suicida, es la heredera de una dinastía política que fue el blanco de la violencia en Pakistán, un país sacudido desde hace 60 años por la rivalidad entre los militares y los civiles.
Tras el atentado suicida del jueves, que dejó al menos 138 muertos, la ex mandataria acusó a antiguos mandos del régimen militar del general Zia ul-Haq, al poder entre 1977 y 1988, de haberlo tramado.
"Sé exactamente quién quiere matarme. Son los dignatarios del antiguo régimen del general Muhammad Zia ul-Haq, que ahora están detrás del extremismo y el fanatismo", afirmó.
Su padre, el primer ministro Zulfiqar Ali Bhutto, muy popular e iniciador del programa nuclear que ha hecho de Pakistán la única potencia atómica del mundo musulmán, fue derrocado en 1977 por el general Zia y ejecutado dos años más tarde.
Pero Zulfiqar no fue la única víctima de la violencia en esta familia de terratenientes del sur de Pakistán.
Uno de los hermanos de Benazir murió envenenado en Francia en 1985, y otro fue asesinado de un disparo en 1996 en Karachi (sur), según ella, por grupos vinculados a los servicios de inteligencia paquistaníes.
El marido de Benazir Bhutto, Asif Ali Zardari, acusó por su lado a una agencia de inteligencia de haber perpetrado el atentado del jueves.
En realidad, una parte del ejército ve con malos ojos a la familia Bhutto, porque Zulfiqar privilegió el poder civil en un país gobernado durante más de treinta años por generales golpistas.
Zulfiqar Ali Bhutto cesó a varios altos oficiales cuando la debacle del ejército contra India en 1971, que desembocó en la independencia de Pakistán oriental, rebautizado Bangladesh.
Hoy día, su hija es criticada por querer acordar un reparto de poder con el general Pervez Musharraf, quien lideró un golpe de Estado incruento en octubre de 1999. Ella responde que quiere devolver la "democracia" a Pakistán y pasar de una "dictadura militar" a un régimen civil.
"El ejército no tolerará que ningún civil ponga en entredicho su monopolio del poder, y Bhutto es la única que conserva la fuerza de movilización del pueblo contra los militares", explicó a la AFP el politólogo Hasan Askari.
Benazir Bhutto, que fue la primera mujer en convertirse en primera ministra en la historia del mundo musulmán y la única que dirigió la República Islámica de Pakistán -de 1988 a 1990 y de 1993 a 1996-, es un icono en el campo y en los círculos obreros urbanos.
Nacida en Karachi el 21 de junio de 1953, y diplomada en Oxford y Harvard, creció con un padre considerado un héroe del pueblo. Pero poco después de su regreso de Occidente, su padre fue derrocado por el general Zia ul-Haq y toda la familia fue detenida.
Benazir permaneció en prisión o bajo vigilancia hasta 1984, cuando Zia la autorizó a marcharse a Gran Bretaña, donde se convirtió en líder en el exilio del movimiento creado por su padre en 1967, el Partido del Pueblo Paquistaní (PPP, progresista).
Benazir regresó de su primer exilio en abril de 1986, y dos años después accedió al cargo de primera ministra. En 1990, su gobierno cayó bajo las acusaciones de corrupción.
Bhutto volvió al poder en 1993, pero fue cesada tres años más tarde por las mismas razones. Su esposo estuvo encarcelado por cargos de corrupción entre 1996 y 2004, mientras que ella se exilió voluntariamente en 1999. El jueves regresó triunfalmente a Pakistán.