Estalla la violencia entre israelíes y palestinos tras matanza en Yenín
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Un joven palestino disparó un arma de fuego contra una sinagoga, luego de que Israel y Palestina intercambiaron bombardeos
JERUSALÉN, ISR.- El asalto israelí del jueves en el campo de refugiados de Yenín, Cisjordania, ―uno de los ataques más letales y que dejó diez muertos― se convirtió en el detonante para una escalada de la violencia en el conflicto entre israelíes y palestinos. La tarde del viernes un joven palestino disparo un arma de fuego afuera de una sinagoga de Jerusalén dejando siete personas muertas. El ataque se perpetró mientras los feligreses celebraban el sabbat.
Rescatistas confirmaron que tres personas más resultaron heridas, mientras que entre los muertos había una mujer de 70 años. El hospital Hadassah de Jerusalén dijo más tarde que un joven de 15 años se recuperaba de cirugía.
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El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, anunció “medidas inmediatas” en respuesta, y pidió a los israelíes que “no se tomen la justicia por su cuenta”. Posteriormente, la policía indicó que el atacante palestino fue abatido.
El movimiento islamista Hamás calificó el atentado (el más grave contra israelíes desde 2011) de “heroico acto en venganza por la masacre de Yenín”, aunque no reivindicó la autoría.
Tras el ataque cientos de personas salieron a las calles tanto de Cisjordania como de la Franja de Gaza hacer disparos al aire. El estallido de violencia siguió a una serie de misiles palestinos lanzados desde Gaza. Los ataques fueron interceptados por las fuerzas defensivas del Gobierno israelí.
Las Fuerzas Armadas israelíes, que ya estaban en estado de alerta, anunciaron poco después el bombardeo desde el aire contra un centro subterráneo de fabricación de cohetes. Otros cinco cohetes fueron lanzados posteriormente contra territorio israelí y el Ejército de Israel informó de un segundo ataque aéreo sobre Gaza. En total, la aviación israelí lanzó unos 15 misiles.
Ninguno de los dos bandos reportó víctimas mortales por el intercambio de misiles.
La Defensa israelí ordenó a las fuerzas de seguridad estar “preparadas para actuar, con una variedad de medidas ofensivas y objetivos de alta calidad, por si fuese necesario continuar la operación hasta restaurar la paz para los ciudadanos de Israel”.
Por su parte, la Yihad Islámica (movimiento palestino considerado terrorista) había definido sus proyectiles como un “mensaje al enemigo” sobre el precio de “verter sangre palestina”.
Los mediadores habituales del conflicto, ―Egipto, Qatar y la ONU― tratan de evitar que se repita una escalada como la de agosto del año pasado, cuando otro asalto en Yenín detonó en tres jornadas de hostilidades entre Israel y la Yihad Islámica en las que los bombardeos israelíes mataron a 45 palestinos, entre ellos 15 niños, y la milicia lanzó cerca de mil cohetes.