Autodefensas en Tlayacapan secuestran a jóvenes, los acusaban de ser colombianos

OAXTEPEC, MORELOS. El pasado 29 de julio dos jóvenes mecánicos estuvieron a punto de ser linchados por las autodefensas que operan en el poblado de San Agustín La Cañada poblado del municipio de Tlayacapan, ambos fueron acusados por la turba de ser colombianos, para liberarlos les exigieron 15 mil pesos en efectivo.

Los hechos se registraron a las 16:30 horas aproximadamente cuando intentaban ingresar al poblado y le negaron la entrada, pero al retirarse tiraron dos conos del retén y comenzaron a perseguirlos a balazos hasta el centro del Pueblo Mágico de Tlayacapan.

Luis Alberto Garcilazo López joven afectado, explicó: “Mi primo y yo fuimos al pueblo de San Agustín fuimos a buscar a unas chicas, llegamos a los que era la entrada donde está la barricada los que son las autodefensas y nos niegan el paso porque no dimos ni el apellido de las personas, ni lugar donde vivían exactamente”.

Al dar la vuelta para regresar a Oaxtepec, tiraron dos señalamientos y comenzó la persecución de hombres encapuchados.

Accidentalmente tiramos dos conos de la barricada que estaba ahí obstruyendo el paso, nosotros seguimos nuestro camino normal, pero a la mitad de la entrada se nos acercó una camioneta pues iba un poco rápido y empiezan a gritar que nos paramos, para esto obviamente no nos paramos y nos seguían gritando, pero ahora ya nos disparaban, entonces iba con mi primo y le digo a mi primo sabes que no te pares. La persecución fue desde su barricada hasta pasando el centro de Tlayacapan”, comentó Miguel Ángel Garcilazo Mendoza.

Tras el accidente fueron alcanzados por las autodefensas y la policía del Mando Único llegó al lugar, pero no los rescató.

Nos preguntan a qué nos dedicábamos, les decimos que somos mecánicos y que somos de Oaxtepec, pero no nos creían y la gente nombraba y nos señalaba que éramos colombianos y que nos dedicábamos a la cobra de piso y que no sé qué”, dijo Miguel.

Los jóvenes fueron secuestrados en Tlayacapan y llevados al centro de San Agustín.

"Después de eso, la policía nos mantiene unos minutos protegidos básicamente, después de eso pasaron unos 15 minutos, llegan personas encapuchadas y armadas, y fue cuando la policía ni nadie nos dio la ayuda. Nos subieron a la camioneta a golpes y ahí nos vendaron los ojos, solamente nos preguntaban para quién trabajábamos, pues nos iban golpeando en el transcurso del camino, yo la verdad calculo que fueron como unos 20 min de camino”, contó Miguel.

Los encapuchados no dejaron de apuntarles con armas y azuzaron a la población acusándolos de ser colombianos.

Estábamos, de hecho, en la ayudantía en la plazuela y ahí nos estaban golpeando, que nos iban a quemar, nos iban a colgar, que porque éramos colombianos. El problema fue que la gente que nos llevó en la camioneta, cuando entramos a su pueblo, les dijeron a los demás que éramos colombianos y ahí cuando la gente comenzó a bajar, se comenzó a correr el rumor que éramos colombianos”, narró Luis.

Miguel es diabético desde la infancia y comenzó a sentirse mal, pero le negaron la atención médica.

El punto ahí era que nos señalaban de delincuentes y pues nos querían linchar, después de esto de seguirnos golpeando y todo esto me empiezo a sentir mal del azúcar, padezco diabetes mellitus tipo 1, entonces empiezo a sentirme mal y es cuando empieza un poco más de descontrol con la gente, pues ellos señalaban que venía ebrio y venía drogado, pero nada que ver, después de unos minutos se acercó una señorita, me toma la azúcar y sí tenía la azúcar alta”, comentó.

Gracias a la intervención de una enfermera liberaron a Miguel, pero en su lugar dos de sus familiares fueron intercambiados.

Les dijo que sí era diabético y que se iba a morir que lo dejaran ir, pero a cambio que se quedaran mi tío y mi prima a cambio de él. Pasó un buen rato y la gente de ahí pedía 15 mil pesos para que nos dejaran ir, que si no dábamos los 15 mil pesos no nos iban a dejar ir y nos iban a trabar a todos los que estábamos ahí de nuestra familia y nosotros”, expresó.

Ambos fueron a denunciar, pero en la Fiscalía contra el Secuestro y la Extorsión que encabeza Adriana Pineda Fernández, no les aceptaron la denuncia.

Fuimos a la Fiscalía Anti Extorsión y Secuestro y nos negó la denuncia, nos decían, de hecho, que éramos unos mentirosos, nos dijeron que se nos iba detener ahí por haber mentido a las autoridades”, aseguró.

La aparición de las autodefensas en Los Altos de Morelos ha traído una serie de abusos contra la población, expresó Alfredo Juárez Iglesias, abogado de los jóvenes: “Pero pues ya este tipo de casos de extorsión ya es algo común en ese grupo denominado autodefensas. Por eso tuvimos que interponer la denuncia penal de manera formal aquí en la Fiscalía de la Zona Oriente para que la Fiscalía de la Zona Oriente tome cartas en el asunto”.