México está cerca de alcanzar las 100 mil personas desaparecidas
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México está cerca de alcanzar la cifra de las 100,000 personas desaparecidas y no localizadas que están registradas oficialmente en momentos en que las autoridades realizan esfuerzos para detener esta tragedia.
Ya han pasado casi 8 años desde la desaparición de Gerardo Preciado Torres, ahora tendría 47 años, y que es buscado por su familia después de que cuatro hombres identificados como agentes de la Fiscalía de Jalisco lo golpearon y lo privaron de la libertad sin que hubiera una orden de arresto ni una explicación de por medio.
Fue el 22 mayo de 2014 cuando la vida de María Refugio Torres, su madre, se cimbró y cambio de forma dramática. Se abocó aprender sobre leyes, criminalística, ciencias forenses y acompañamiento psicológico, con el propósito de dar seguimiento al caso de su hijo y el de cientos más que posicionan al estado de Jalisco con mayor número de personas desaparecidas y no identificadas.
“Uno es el que debe de buscar, investigar y llevarles información porque ellos no hacen nada. Cuando mi hijo desapareció yo sí confiaba en la autoridad y yo decía que me lo iban a regresar. Tenía tanta confianza que cada tercer día iba a la fiscalía, pero siempre me recibían con lo mismo: está en trámite la investigación”, explicó Torres a Efe.
Al lado del altar que creó con fotografías y la ficha de búsqueda de su hijo, Torres relató que se vio obligada a aprender a defenderse de las omisiones y humillaciones de las autoridades y a realizar búsquedas en las fosas clandestinas.
“Por Amor a Ellos”, colectivo del que forma parte ha logrado encontrar a unas 100 personas enterradas.
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“Que (su caso) sirva de experiencia para la gente que viene, porque esto nunca se va a acabar, que no pasen lo que hemos pasado nosotros porque ha sido batallar con policías y con todo lo que se llama autoridad”, precisó María Refugio Torres.
Por otra parte, según datos del Registro Nacional de Personas Desaparecidas o no Localizadas, que actualiza diariamente actualiza sus cifras, indica que hasta el 30 de marzo el país suma 98,423 personas que están sin saberse en dónde están o qué fue de ellas.
Así mismo, existen 143,618 personas desaparecidas y posteriormente localizadas. Siendo así que desde 1964 a la fecha, el país registró 242,041 personas desaparecidas, localizadas y no localizadas.
De acuerdo con datos de la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB) de la Secretaría de Gobernación de México (Segob), Jalisco lidera como el estado con el mayor número de personas desaparecidas y sin localizar con 14,915 casos, seguido de Tamaulipas con 11,916 casos, el Estado de México con 10,720 y Nuevo León con 6,148.
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En otro triste caso, Adriana Carranza, de 29 años, está buscando desde octubre de 2021 a su esposo Rubén Arreola Marroquín, de 32 años, empleado de la Universidad de Guadalajara.
Carranza comentó que vio a su esposo por última vez cuando salió de su casa para discutir con un vecino del fraccionamiento porque había chocado con su vehículo.
Después de unas semanas el vecino fue detenido, sin embargo en su única declaración no brindó información sobre el paradero de Arreola Marroquín, aún cuando la familia comprobó con documentos que ambos teléfonos celulares realizaron el mismo recorrido desde su colonia hasta un predio abandonado en el municipio de Tlajomulco, a 34 kilómetros de distancia.
“Lo más difícil es no saber cómo está, si le están haciendo algo, si está bien, si come, si ya le hicieron algo. (...) Tú misma te vas haciendo mil escenarios y cada día se te derrumban”, explicó Carranza.
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Las casi 100,000 personas que actualmente se encuentran desaparecidas en México es una cifra mucho mayor a los 1,192 desaparecidos durante la dictadura de Augusto Pinochet en Chile (1973-1990) o a llenar el estadio del Camp Nou, sede del FC Barcelona.
En este sentido, según datos de la CNB, la crisis de las personas desaparecidas aumentó a partir de 2006, cuando Felipe Calderón, entonces, presidente de México, tomó la decisión de declarar la llamada guerra contra el narcotráfico.
Esta situación que ensombrece al país alcanzó su punto más álgido en 2019, acarreando ya no solo problemas con la localización de las personas sino además con la identificación forense de los cuerpos hallados.
Lamentablemente, el país ha sido testigo de casos muy tristemente emblemáticos como lo es el de los 43 estudiantes de Ayotzinapa y que, tras haber transcurrido de 7 años muestra pocos avances con los restos de solo 3 estudiantes identificados y un alto funcionario prófugo, aún a que hace 3 años se reanudó la búsqueda.
En este sentido, esta semana, el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) presentó su último informe en el denunció la simulación en la investigación inicial del caso y ocultación de datos, y puso en en el ojo del huracán a las Fuerzas Armadas tras la revelación de unos videos que involucran a marinos.
Por su parte, Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la Segob, indicó el pasado 17 de marzo que los 1,700 millones de pesos destinados para la búsqueda y el avance en materia forense no han logrado disminuir el rezago de 37,000 cuerpos que hay en institutos forenses y fosas clandestinas y que siguen sin ser identificados.
Se preve que esta cifra podría ser mayor y que según un registro del Movimiento por Nuestros Desaparecidos en México señalan que habría poco más de 52,000 cuerpos que aun no han podido ser identificados en los servicios forenses y en las fosas comunes.
En opinión de Denisse Ayala, miembro del Comité Universitario de Análisis en Materia de Desaparición de Personas de la Universidad de Guadalajara, México vive un “régimen subnacional” en el que aparentemente las instituciones, las instancias de seguridad y las leyes funcionan, pero el crimen organizado logra penetrar en las autoridades.
“Hay una zona gris en la que convergen el crimen organizado, las instancias y el aparato estatal, y no son esferas separadas. Hay un cáncer llamado impunidad. Cuando tienes capacidad en la violencia que despliegas lo haces porque puedes y porque el entorno de la seguridad pública no funciona o lo hace al arbitrio de tus operaciones”, explicó Ayala.
En este sentido, Ayala como el coordinador del comité, Jorge Ramírez, precisaron que la cifra de personas sin localizar podría ser superior debido a que existe un subregistro de casos debido a que tanto las familias como la sociedad en general viven con miedo a denunciar.
“Es una sociedad amenazada, se sabe que hay aparatos de seguridad tomados y ministerios públicos donde el hecho de denunciar te pone en riesgo. Lo que hay es un gran miedo de la sociedad a movilizarse”, indicó Ramírez.
Con información de la Agencia EFE.