"Nunca se quiso callar al PRD"
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Cd. de México.- -Rafael Parra, campanero mayor de la Catedral Metropolitana, reitera que no hubo consigna o indicación para hacer repicar las campanas con la intención de interrumpir a los simpatizantes del PRD que se encontraban en la plancha del Zócalo el domingo pasado.
En entrevista, insistió que cuando alguna autoridad federal o local lo solicita, se suspende el toque, pero el pasado 18 de noviembre nadie lo solicitó así.
"De hecho, empecé a escuchar mucho escándalo y recordatorios de mamá y me pregunté ¿qué estará pasando?, porque desde arriba -más de 20 metros de altura, donde se ubica el campanario en la torre que tiene casi 70 metros- no sabíamos qué estaba pasando", dijo.
Rafael Parra, quien pidió no mostrar su rostro por seguridad y previniendo algún acto de violencia que afecte su integridad física, comentó que el pasado domingo llegó a la Catedral como lo hace a diario desde hace casi 12 años cuando comenzó a trabajar ahí.
Revisó la lista de los voluntarios que ese día le ayudarían a tocar las campanas, conforme lo establece el Manual de Procedimientos para el Campanario, y que constituye una tradición de más de 300 años.
Comenta que ese día sólo se tocaron 12 campanas de las 35 que tiene la Catedral, por lo que de haberse utilizado en su totalidad, el ruido hubiese sido mayor.
Resalta que cuando se tocan todas ha habido ocasiones en que algunos turistas le preguntan que si es un concierto, pero reitera que sólo se basa en el manual para tocarlas.
En él se establece que las campanas invitan a los fieles a hacer oración al mediodía, para el caso específico del Angelus, que es el momento en que el arcángel Gabriel anuncia a la Virgen María que ha sido escogida para ser la madre del hijo de Dios. Respecto al día de la irrupción de simpatizantes de Andrés Manuel López Obrador, menciona que, como el documento lo establece, el primer toque lo hizo 30 minutos antes de las 12:00 horas.
El manual establece que se comienza a tocar la campana mayor llamada Santa María de Guadalupe, con toques largos, luego continuos o cortos y posteriormente un repique de aproximadamente dos minutos.
Luego se sigue con la campana llamada San Juan Diego, la cual, dice, responde a la mayor. Al cuarto para las 12:00 se hace otro toque y posteriormente el de la tercera llamada, que acaba unos segundos antes del mediodía para dar paso a las 12 campanadas del reloj de la Catedral Metropolitana.
Por ese procedimiento, dice, es que muchos pensaron que duró mucho el toque de las campanas.
Explicó que entre otras de sus responsabilidades está, además, revisar la situación de las campanas, badajos, amarres, escaleras, limpieza, dirección y toque de las mismas, así como llevar un libro bitácora.