Tendencias que debemos entender
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José Cárdenas
Una pregunta que muchos nos hacemos es ¿cómo debemos entender los últimos acontecimientos en el ámbito de la seguridad pública? ¿Son tendencias o eventos aislados? ¿Es por ejemplo, el asesinato de Rodolfo Torre Cantú una nueva tendencia en las futuras elecciones? ¿Están todos los actuales gobernadores bajo la amenaza del crimen organizado? ¿O fue la muerte de Torre Cantú una anomalía? ¿Cómo están ligados los otros recientes asesinatos y las amenazas a candidatos y presidentes municipales? ¿Son situaciones de violencia localizada o estamos viendo una estrategia regional del crimen organizado?
En lo que se refiere al secuestro de Diego Fernández de Cevallos, ¿es un indicador de que nuevamente habrá una racha de secuestros y de asesinatos de alto impacto? ¿O sólo es uno más de los cientos de secuestros económicos que aquejan a nuestro país?
Lo que sí nos señalan estos incidentes de violencia es lo fácil que pueden cambiar el rumbo del país ante lo "avalentonados" que están los grupos de crimen organizado y los criminales en general. Estos "mexicanos", que se pueden considerar entre los criminales más violentos del planeta, pueden matar, torturar, secuestrar, extorsionar y no les pasa nada.
Debido al bajo porcentaje de encarcelamientos efectivos, por la incapacidad de las autoridades federales y estatales de llevar a cabo investigaciones que aseguren condenas, y por los muchos huecos que tiene el sistema de justicia, en este país tenemos una cultura de casi absoluta impunidad. Hoy más que nunca, los incentivos para delinquir son demasiado buenos, ya que es un buen negocio, solamente los que no pueden pagar una defensa acaban en la cárcel.
Aunque se mejorara sustancialmente la capacidad de investigación del ministerio público y de la policía, no necesariamente se resolvería el problema. Los jueces probablemente son los funcionarios más endebles del aparato de justicia. Más allá del problema de corrupción, con asesinar o amenazar a varios jueces seguramente sería presión suficiente para asegurar que los grandes (y pequeños) criminales de este país no sientan el peso de la ley.
En descargo de lo anterior, nos pueden decir que México está en la antesala de un nuevo sistema de justicia penal, que incluiría la implementación del sistema acusatorio y juicios orales. Pero estas reformas servirán de poco si no se resuelve el problema de corrupción en las autoridades judiciales, y si no se establecen mecanismos de reducir los riesgos de asesinatos y muertes que corren funcionarios que tratan de cumplir con su deber.
La falta de claridad e información en estos recientes hechos criminales de gran impacto en el país es frustrante. Especialmente porque la sociedad civil al no tener esta información no sabe cuáles son los riesgos que corren y cuáles son las estrategias que como ciudadanos deberíamos apoyar, a favor de nuestro país. Por ejemplo: ¿cuántos de los policías y funcionarios asesinados estaban vinculados al crimen organizado? ¿Las granadas que se lanzaron en una plaza en Morelia, llena de familias el 15 de septiembre de 2008, matando a ocho e hiriendo a 101 personas, fue un acto terrorista en contra de la sociedad o un acto de barbarie de la lucha intestina entre grupos de crimen organizado? ¿Alguien puede explicar los petardos en cajeros automáticos? ¿Actos de terrorismo o protesta política?
Los últimos mensajes en torno a de esta situación, tanto del gobierno federal, las autoridades estatales y diferentes actores políticos, exigiendo apoyo y que todos asumamos los costos de esta lucha, están creando más confusión al no percibirse un hilo conductor o acuerdo general al respecto.
Por otra parte, las fuerzas políticas critican fuertemente a los medios y analistas por señalar la brutal violencia que vivimos en el país. "Están asustando a los inversionistas y a los turistas", argumentan. Yo les pregunto: ¿Ustedes verdaderamente creen que un turista extranjero que está decidiendo si va a viajar o un inversionista que le quiere meter millones de dólares a México, lo hace con base a los titulares de un periódico nacional?
Es difícil exigirle a la sociedad que apoye una estrategia para luchar contra la inseguridad y la violencia, si esta misma sociedad no entiende qué tan grave es el problema que enfrenta el país, y si además no confía en que las autoridades estén proporcionando la información completa de lo que está sucediendo en México. Lo que sí es cierto, es que ésta es una batalla que no se puede ganar sin el apoyo de la sociedad.
www.anamariasalazar.com Twitter: @Amsalazar