Binacionales
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El presidente Barack Obama ha emitido un decreto que abrirá la puerta de los Estados Unidos a cinco millones de mexicanos. No es la enchilada completa, como claramente lo afirma Jorge Castañeda. Hay cuando menos otros seis millones que quedan en el aire, expuestos a las continuas injusticias en el trato que reciben de ambos lados de la frontera.
Por decirlo de otra manera, la lucha por la justicia en ambos lados de la frontera tiene que seguir. Para ello, es necesario tratar de sumar el mayor número de personas.
Por ello propongo que en vez de hablar de migrantes hablemos de binacionales. Esta categoría es mucho más amplia y proyecta mucho mayor poder, algo muy necesario para que sean tratados con justicia aquí y allá.
Son binacionales todos aquéllos hijos de mexicanos que ya gozan de la ciudadanía americana porque nacieron en los Estados Unidos, pero reconocen sus orígenes y se sienten comprometidos de alguna manera con el país de sus ancestros. Convendría buscar que todos saquen pasaporte mexicano y hagan valer su doble nacionalidad votando en las elecciones celebradas en México.
Son binacionales todos los mexicanos que conocen a fondo la forma de vida de los americanos, sus leyes y su sistema político. Son aquellos que por ser bilingües podrían vivir y trabajar en los Estados Unidos sin ningún problema.
Son binacionales, por supuesto, todos los mexicanos que se fueron de México por necesidad y han estado trabajando en las sombras, para usar una expresión del presidente Obama. Quizá sea más fácil maltratar a un migrante, que a una persona que se sabe y se considera a sí misma como una persona que tiene vínculos con dos naciones al mismo tiempo. El trabajo honesto debería ser más que suficiente pasaporte y debería también garantizar el derecho a salir de las sombras sin temor a represalias.
Son binacionales todos los mexicanos que han establecido domicilio en los Estados Unidos huyendo del clima de inseguridad que se ha generado en México gracias a gobiernos en exceso incompetentes e incapaces. A ellos también los necesitamos para que se sumen a la lucha por la justicia.
Con esta definición ampliada de quiénes son binacionales se puede formar un grupo mucho más numeroso de personas que hagan planteamientos de fondo para acelerar una necesaria conciliación entre los pueblos de dos naciones que son vecinas.
La identidad binacional dejaría atrás los históricos agravios entre dos pueblos que cada vez comparten un mayor número de personas con un origen común. Es tiempo de iniciar una nueva historia que genere un ambiente de inclusión y no de discriminación y mucho menos explotación.
Quienes hasta ahora se han considerado o identificado a sí mismos como migrantes podrían adoptar esta nueva identidad como binacionales. No necesariamente porque tengan los papeles que formalmente les concedan doble nacionalidad, sino porque hay algo quizá más importante, como lo es una nueva mentalidad, moderna, ágil, bien informada.
Binacional, por tanto, es también todo aquel mexicano acoplado en alguna forma al comercio o la prestación de servicios en los Estados Unidos.
México está en apuros y los mexicanos que salieron hace tiempo a forjarse una vida digna en los Estados Unidos han hecho mucha falta. En este sentido, tienen una deuda con su país de origen o en el que aún vive una buena parte de su familia.
Estados Unidos tiene muchas ciudades con importantes comunidades de mexicanos. Para mí, todos son binacionales aunque no tengan dos pasaportes. Habrá quienes no tienen ni uno solo, pero aún así clasifican como binacionales y tienen que verse como parte de los luchadores por la justicia y el respeto a su calidad de seres humanos.
Si en vez de migrantes hablamos de binacionales, hay mejores posibilidades de que su voz se haga notar y se sigan abriendo mejores y más grandes puertas en ambos países.
javierlivas@prodigy.net.mx