De antisistémicos y poderes fácticos
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Por Jesús Zambrano
La crisis político-institucional que vive el País ha modificado de tal manera el comportamiento de los diversos actores de la vida pública que hace que se muestren tal como son, sin cuidar formas, sin caretas: los poderes fácticos como poderes fácticos y los antisistémicos como antisistémicos, evidenciando propósitos comunes.
Son tres, los hechos que en los últimos días ilustran lo anterior: los mensajes políticos de Televisa en el Teletón, el editorial del semanario católico Desde la Fe y las acciones del llamado magisterio disidente guerrerense (CETEG) tomando instalaciones del INE y secuestrando a dirigentes partidistas.
1) En los últimos minutos del Teletón, la desesperación por no cumplir sus metas, luego de los cuestionamientos hechos por la ONU sobre las vías de financiamiento público a este proyecto y ante las críticas en redes sociales sobre el papel de Televisa como encubridora de actos de corrupción del gobierno de Peña Nieto (el escándalo de la casita blanca), Carlos Loret de Mola expresó que no le echaran la culpa ni le reclamaran al Teletón, sino a Peña Nieto y a la Primera Dama. Así, las complicidades de Televisa con el gobierno en la ley de telecomunicaciones se rompían.
¿Qué buscaban con ello? ¡Doblegar al gobierno, que sienten débil en la crisis, y quedar bien ante la sociedad que, mayoritariamente, poco les cree!
2) Hace dos domingos, el semanario Desde la Fe despotricó contra el PRD y sus gobiernos por impulsar y defender los derechos reproductivos de las mujeres, a decidir libremente sobre sus propios cuerpos, permitir la unión legal entre parejas del mismo sexo y pugnar por una educación escolar sobre la sexualidad alejada de atavismos.
Señaló al PRD de cómplice de la delincuencia organizada, al mismo tiempo que llamaba a ya no seguir votando por este partido. Se erigieron en una dictadura moral, a contrapelo de la realidad, para imponer a una sociedad plural y libre su propia moral y visión del mundo. Por cierto, días después, el Vaticano anunciaba que con miras al próximo Sínodo de 2015 el papa Francisco estaba proponiendo revisar la prohibición de la disolución de matrimonios religiosos y el tema de la homosexualidad. ¿Acaso la Iglesia Católica mexicana pedirá la excomulgación del Papa?
El propósito de este sector de la Iglesia es defender el status quo, los privilegios de los siempre poderosos, y el atraso social de los desprotegidos con la promesa de un mañana mejor... ¡en el otro mundo!
Las acciones de la CETEG, que ya no tienen nada que vea con la aparición de los 43 jóvenes de Ayotzinapa, lo que buscan es impedir las elecciones del próximo año.
Es la visión de los antisistémicos que dicen combatir a un sistema injusto por vía de la acción directa.
Sus métodos: desestabilizar, generar y profundizar el caos, violar la ley y realizar actos violentos, retando a las instituciones y declarando a la izquierda electoral como su enemiga principal. Proclaman que el estallido revolucionario ya está a la vuelta de la esquina y que hay que acelerar su llegada.
(No deja de llamar la atención que varios personajes de la CETEG aparecen vinculados a la guerrilla y ésta a inconfesables nexos con el crimen organizado).
¡Extraña coincidencia entre los poderes fácticos y los grupos antisistémicos! No quieren el ejercicio de las libertades democráticas de una sociedad plural, sino que hacen todo por imponer sus propias visiones, para que al final todo siga igual; y enfrentan al enemigo común que esta izquierda que busca transformaciones por vías pacíficas y democráticas.
Por eso hoy más que nunca deben confrontarse visiones y proyectos de manera civilizada y resolverlos democráticamente, en las urnas. La disyuntiva es: Estado de derecho o la ley de los poderes fácticos y antisistémicos. Elecciones o dictadura.