La amenaza del tornado
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A medida que se acerca el día de las elecciones se experimenta una creciente intensificación de la incertidumbre. En estas elecciones la incertidumbre es mayor que las anteriores, dado que los votos duros de otras ocasiones hoy pueden no ser suficientes para lograr una mayoría. El discurso tradicional y los spots tan repetidos no solo han creado una sordera selectiva, sino que son tan multicolores en sus críticas, y sus propuestas tan ingenuas y contradictorias que ya no llegan a la corteza cerebral para ser consideradas, reflexionadas y mucho menos adquiridas. El voto blando ya no las considera para decidir su voto.
Aunado a esto la incertidumbre ha sido nutrida con las batallas políticas y económicas por las reformas legislativas que se lograron a sangre y fuego, pero que están pendientes de volverlas operativas mediante una reglamentación específica. El contexto de esta incertidumbre explotó hace un año con Ayotzinapa, con la ingobernalidad de Michoacán, Guerrero y Oaxaca, con el deterioro creciente de la economía, con las denuncias de las residencias de EPN, Videgaray y Osorio Chong, con las guerras que no terminan contra los narcos y que brincan a Jalisco y reviven en Tamaulipas. Esta incertidumbre no es una novela de terror creada por la fantasía de los mexicanos, es un tornado creciente que ha arrasado con millones de vidas. Hoy tiene dos causas evidentes y objetivas: la falta de control político y económico y las eternas gemelas que controlan al país, la corrupción y la impunidad.
En medio de esta incertidumbre que se nutre de más de lo mismo(más discursos, más manifestaciones, más corrupción e impunidad) ha surgido un ingrediente nuevo e inesperado en el sistema: Los candidatos independientes. Estos nuevos personajes de la política mexicana aparecieron como meras fórmulas legislativas, como concesiones a un ideal democrático sin posibilidades de influencia política. Sin embargo han ido despertando la conciencia deprimida del ciudadano y su democracia catatónica que lo ha llevado a formar el Partido del Abstencionismo.
Los candidatos independientes se iniciaron en las elecciones pasadas como Quijotes alucinados (recuerde usted al itinerante Jorge Castañeda). Hoy ya son serios contendientes en algunas partes del país y en Nuevo León El Bronco amenaza seriamente la estabilidad de todo el sistema político nacional. Si gana ahí... los mexicanos escépticos y desilusionados empezarán a creer que sí se puede encontrar otro camino diferente para la democracia nacional secuestrada por los partidos políticos.
Esa es otra incertidumbre que tienen los políticos profesionales: ¿cómo van a controlar este nuevo poder democrático de la gente y sus candidatos independientes?, ¿cómo van a encauzar este tornado que va a aglutinar toda la rabia reprimida del ciudadano que ha sufrido durante décadas por esa injusticia social, económica, judicial, distributiva ?
Hoy sí que votar es una responsabilidad coyuntural para iniciar otro camino que no repita los crímenes, el hambre y la injusticia del actual sistema político.
xavics@hotmail.com