Agenda política (17)
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Leo la prensa de hoy (es cualquiera de la semana), hago el siguiente resumen: el Gobierno Federal (Andrés Manuel López Obrador) rebasado, inútil, ineficaz, indolente y valemadrista. Sociedad colapsada, cansada, harta, demente (serios, muy serios problemas de salud mental) y lo peor, con hambre. Es literal. El bicho mutante, invencible. Final de los tiempos... la catástrofe.
Todo arde. Como siempre, es literal. Ni el Gobierno se ha preparado ni ha modificado su “estrategia” ni “planes” para enfrentar a este bacilo chino mutante el cual va a devorar todo a su paso. Lo está haciendo. Mientras esto sucede, todo se desmorona. ¿Qué es una pírrica y efímera victoria de un equipo de soccer nacional contra Estados Unidos? Pues eso al menos, un soplo de aire fresco y un mínimo aliento de esperanza en el mar de desesperanza que aprieta. Pero no, la Selección Nacional siempre va a perder porque son mediocres, así de sencillo. Ganan millones en la Liga Infantil mexicana para entretener con sus desplantes a las masas. Lo logran. Cuando se trata de jugar y en serio, continuamente son superados.
Escribo estas líneas sin saber qué día del calendario van a terminar los Juegos Olímpicos de Tokio. Unos juegos que no “supieron” a nada. La maldita pandemia del bacilo mutante nos tiene de rodillas y no da tregua. Al no dar tregua, los eventos en Tokio fueron a puerta cerrada la gran mayoría y no motivaron a nadie. Escribo estas líneas cuando México como país lleva... cuatro medallas de bronce acumuladas. Nada. Es nuestra tabla y nuestro nivel. ¿Es cuestión deportiva solamente y muestra nuestra incapacidad manifiesta por estar débiles, enjutos de carnes y desnutridos? No. Es obra, otra obra más de la pésima política deportiva de Andrés Manuel López Obrador y su equipo de destructores.
Lea: he coleccionado algunas notas de esta justa deportiva porque nos reflejan de tiempo completo y de cuerpo entero. Se administra la derrota y se regodea todo mundo en el conformismo: “jugamos muy bien, pero... en el último segundo perdimos. No lo merecíamos”. Van algunas notas al azar de la prensa local y nacional. “Vuelve a quedarse México en la raya. Con una loable participación de sus clavadistas Agúndez y Orozco, la delegación acarició el bronce...”; “Por centésimas no avanza. A un pelo de pasar...”; “Acaba en el 17. Hizo lo que pudo...”. En fin, nuestras derrotas y nuestra mediocridad deportiva es otro reflejo de la mediocridad y estilo de gobernar de AMLO.
Muchos, hartos comentarios me siguen llegando para glosar lo aquí escrito en las diversas aristas de mis letras. Le agradezco su atención. La saga con tema de los atiriciados de alma y cuerpo, ha merecido hartos comentarios. Sí, es un tema de nunca acabar y es necesario seguir explorándolo siempre. Sobre todo, que las autoridades de verdad lo aborden y busquen posibles soluciones. No es una petición, es su obligación. Tengo años alertando de ello y lo voy a seguir haciendo. Yo no tengo vocación de suicida (nunca la he tenido), pero si padezco la maldita melancolía y la entiendo perfectamente.
Esquina-bajan
Punto uno: “(A Harry Haller) había que clasificarlo entre los suicidas. Aquí debe decirse que es erróneo llamar suicidas sólo a las personas que se asesinan realmente. Entre éstas hay, sin embargo, muchas que se hacen suicidas en cierto modo por casualidad y de cuya esencia no forma parte el suicidismo. Entre los hombres sin personalidad, sin sello marcado, sin fuerte destino, entre los hombres adocenados y de rebaño hay muchos que perecen por suicidio, sin pertenecer por eso en toda su característica al tipo de los suicidas...”. Es decir, aquellos seres mediocres que están muertos en vida.
Punto dos: el anterior fragmento es de un Premio Nobel, Herman Hesse. A la vez, eterno atormentado él la mayor parte del tiempo. Padeció de los nervios y estuvo aguijoneado por sus demonios. Buscó ayuda y tratamiento y estuvo controlado hasta su muerte. En lo peor de sus crisis, fue cuando escribió lo mejor de su obra: “Demian”, “El Lobo Estepario”, “Siddhartha”... Una anécdota lo retrata de cuerpo completo (a él, y por extensión, a nosotros, la gran mayoría de los escritores que arrastramos lápiz sobre papel): en 1914 al comenzar la Primera Guerra Mundial, Herman Hesse se presentó como voluntario. Pero, fue rechazado por “inepto para el servicio”.
Punto tres: como ineptos se muestran los del Gobierno Federal encabezados por AMLO. De crisis en crisis, se llena el buche del país. Se ha llenado ya. Hace apenas días el congresista federal de Estados Unidos, Henry Cuéllar lanzó la advertencia de la terrible situación humanitaria en la frontera sur de USA, nuestra frontera. La creciente oleada de indocumentados tiene colapsado a todo mundo a ambos lados de la línea caliente. Si aumenta la pobreza y violencia en América Latina, aumentan los indocumentados. De acuerdo con cifras del legislador, sólo en julio llegaron a las puertas de USA más de 180 mil indocumentados. Se suman a los más de un millón que han llegado a la frontera en lo que va del año. Una crisis colosal dentro de otra crisis colosal llamada pandemia.
Punto cuatro: y es que de crisis, los mexicanos lo sabemos todo por un simple motivo: siempre estamos en apuro. Así nacemos, así crecemos, así morimos. Recientemente AMLO aceptó el desafío de la terrible inseguridad y el agobio de todo el País en materia de violencia. Si no se resuelve esto, no habrá futuro bien sentado ni posibilidades reales de paz y crecimiento.
Letras minúsculas
Justo cuando AMLO decía lo anterior (7/08/21), en Celaya, una niña de apenas 7 años fue asesinada a balazos en su domicilio. No hay futuro.