Auditoría a la corrupción ¿Y luego?
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Existen antecedentes en los archivos de la Auditoría Superior del Estado en los que dan cuenta de las revisiones que les fueron practicadas a algunas presidencias municipales de Coahuila, y que en unos casos quedaron al descubierto anomalías sin comprobar la sustracción de cantidades de dinero que fueron producto de actos de corrupción, y que por su nula atención se quedaron en el limbo mientras las autoridades de esas alcaldías, ahora disfrutan de los beneficios del lavado de lo robado, y que al no proceder en su contra cayeron en la definición que describe Plutarco, el filósofo griego, cuando dice “ Hacerle el favor a un ingrato es como perfumar un muerto”
Hace unos días se publicitó que el anterior alcalde panista de Torreón, Jorge Zermeño, dejó números rojos en su contabilidad cuando entregó la Presidencia Municipal sin que las dependencias, revisora y ejecutora, al menos hasta esta fecha, hayan procedido en contra del exalcalde quien es militante del partido opositor al del Gobernador.
Claro que se deben dar los pasos que lleven al esclarecimiento de las revisiones y se actúe en consecuencia, sin embargo, la pregunta es ¿por qué hasta la salida de la administración del alcalde panista se dio a conocer que sus números no cuadraban? eso por un lado, por el otro, las auditorías practicadas desde años pasados a administraciones priistas y que resultaron con cuentas deficitarias, ¿cuál es la razón por la que no prosperaron en su totalidad salvo una que otra?
Al actual Gobernador le resta un poco menos del treinta por ciento de su administración mientras que el setenta y tres por ciento ya se extinguió, lo que significa que su tiempo está por terminar en alrededor de seiscientos días, lapso para que ya empiece los trabajos para dejar limpia la casa, es decir, el haber cumplido con lo relacionado con toda la estructura gubernamental en concurrencia con los otros poderes, sobre todo con uno de ellos en que los encargos legislativos intervienen tintes políticos en cuya dirección, salpicada de recomendaciones, la comanda un incondicional que ha resultado ser un buen receptor de las normas que le envía el Ejecutivo, y de cuyo poder depende precisamente la Auditoría Superior de donde han salido los dictámenes en los que entes revisados han concluido sus encomiendas con un sinfín de insuficiencias en materia económica, pero que ha quedado en agua de borrajas.
Cualquier dependencia cuando presenta resultados derivados del cumplimiento de su labor y estas reflejan ilegalidades sin ser reprendidos de acuerdo con la regla establecida, los encargados de imponer la pena, cometen omisión normativa, por lo que de la misma forma son acreedores de sanciones por esas conductas.
Por lo tanto en el presente sexenio estatal, el auditor superior Armando Plata, que ha vertido declaraciones a la prensa en el sentido de que los resultados de las auditorías practicadas a algunas presidencias municipales, cuyos dictámenes fueron turnados a las dependencias correspondientes con el objeto de que se derivara la resolución a que hubiera lugar, pero que no ha sido así, la ciudadanía se ha quedado en una pausa que solo el tiempo, el tiempo del Gobernador, concretará.
En tal consecuencia estas anomalías no deben quedar en rezago, pues influirían en el ánimo ciudadano que haga desmejorar la actuación de un gobierno que transitó en un ambiente en el que se abrió paso entre lo nebuloso de un gobierno, cuya fama fue producto de un régimen caprichoso que fraguó una sucesión con aspectos de imposición.
En fin, todos esos asegunes, los referentes a las desviaciones de las alcaldías delinquidas por manos sucias deben ser castigados de acuerdo con las disposiciones legales, de lo contario el trabajo que desarrolla la Auditoría Superior del Estado quedará sin valor, pues los profesionales que laboran en esa dependencia se desaniman, además de que al conocer los números de las entidades municipales están en riesgo de que sean utilizados soltándolos al aire y produciendo una visión de que el Gobierno del Estado es tapadera de delincuentes.
Se lo digo EN SERIO.
franciscoaguirreperales@gmail.com
@aguirreperalesf