EL ENEMIGO INVISIBLE: PM 2.5
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Entre el 2 y el 17 de este mes, la estación Finanzas que monitorea la calidad del aire en Saltillo, mejor dicho, en una parte de la ciudad, reportó en promedio un nivel de concentración de partículas PM2.5 en el aire de 124.3 micrómetros por metro cúbico, cuando el límite establecido en la NOM es de 45.0. Este resultado lo ajustamos eliminando la lectura del 10 de noviembre la que registró un total de 825 micrómetros, un dato extremo que alteraría bastante los números.
El resultado arrojó 65.9 micrómetros, un 46 por ciento por arriba del límite nacional. Cabe aclarar que este último se refiere a la medición de las últimas 24 horas, mientras que los de la estación mencionada cubren un lapso de 48 horas.
En varios días los niveles registrados en nuestra ciudad superaron a los de Monterrey y los de la Ciudad de México. También hay que decir, que estas lecturas son un punto en el tiempo; como una fotografía y cambian a lo largo del día dependiendo de varios factores, como la velocidad del viento, el volumen del tráfico vehicular, la actividad industrial, etc.
Las partículas PM 2.5 —material particulado— no se ven a simple vista, ya que su diámetro equivale al tres por ciento del grosor de un cabello humano, y se originan principalmente por las emisiones de las centrales eléctricas, las fábricas, y los vehículos.
Las PM 2.5 son una mezcla de partículas sólidas y de gotas líquidas que se encuentran en el aire, y son las causantes de alrededor de tres millones de muertes prematuras al año en el mundo. Tomando en cuenta que la población de México representa el 1.6 por ciento del total mundial, estimamos que aproximadamente 45 mil mexicanos fallecen anualmente debido a esta forma de contaminación. Este dato supera a los 36 mil 600 homicidios registrados en nuestro país en 2020.
Por su minúsculo tamaño estas partículas llegan a los pulmones y al torrente sanguíneo, provocando problemas respiratorios y cardíacos. Un aumento de 10 microgramos de las PM 2.5 incrementa todas las causas de mortalidad entre un 3 y un 26 por ciento, las de asma en los niños en un 16 por ciento, las de cáncer de pulmón un 36 por ciento, y los ataques al corazón en un 44 por ciento. Adicionalmente, afectan el desarrollo mental de los infantes.
De acuerdo con funcionarios de la Secretaría del Medio Ambiente de Coahuila, se requieren al menos tres estaciones más en Saltillo y una en Ramos Arizpe, sin mencionar a la cabecera municipal de Arteaga. Según la misma fuente, el radio de cobertura de cada estación es de cuatro kilómetros, y hay que tomar en cuenta que la Zona Metropolitana de Saltillo supera el millón de habitantes.
Dado los precarios presupuestos -como dice Carlos Aguirre, “La Locha”- en los tres niveles de gobierno, y como el medio ambiente no parece ser una prioridad en Coahuila; desde luego que en el discurso sí lo es, pero la realidad es muy distinta, por lo que parece difícil que se puedan invertir alrededor de 20 millones de pesos en las cuatro estaciones mencionadas.
Debido a la carencia de equipo, desconocemos con exactitud la calidad del aire que respiramos los coahuilenses, ya que también hay falta de estaciones en el resto del estado, y para muestra está la ciudad de Torreón, donde la estación Conalep sigue fuera de operación.
En esta situación es poco lo que se pudiera esperar del gobierno, si acaso, mejorar la planeación de las rutas y las paradas del transporte urbano de pasajeros, lo que ayudaría un poco. También pudiera —si es que no se tiene— establecer una línea telefónica para orientar a la población. Las personas interesadas en monitorear la calidad del aire pueden acceder en el buscador de Google tecleando lo siguiente: índice de la calidad del aire en tiempo real. www.waqi.info
De no mejorar la situación, no debiera extrañarnos que con el tiempo tengamos que utilizar mascarillas como lo hemos hecho con el COVID, y quizás, quienes tengan los medios, comenzarán a comprar purificadores de aire, para sus casas y oficinas.
Tal vez la información mostrada en este artículo no marque una tendencia, no obstante, el monitoreo puntal de las partículas PM 2.5 es del interés de todos.