Libros de texto: ¿arrancó una larga batalla legal?

El Gobierno de Coahuila dio a conocer ayer que el proceso legal emprendido contra la decisión del Gobierno de la República, de instaurar un nuevo modelo educativo en el país, podría extenderse hasta el primer tercio del próximo año. Durante ese período -siete u ocho meses- los alumnos de las escuelas locales utilizarán los libros de texto del ciclo escolar anterior.

Sin embargo, también se informó de la negativa de la Secretaria de Educación Pública Federal de entregarle a Coahuila ejemplares de los citados libros, mismos que le fueron solicitados por escrito una vez que la Suprema Corte de Justicia de la Nación informó de la decisión de suspender en nuestro Estado la entrega de los nuevos.

En esencia, de acuerdo con lo informado por el secretario de Educación de Coahuila, Francisco Saracho, la SEP respondió a la solicitud señalando que los libros elaborados por ellos ya fueron entregados y serán los únicos que se proporcionen, por lo que es decisión de las autoridades locales usarlos o no.

La respuesta ofrecida por el Gobierno Federal parece dejar claro que detrás de la disputa jurídica iniciada desde la administración estatal se encuentra una de carácter político y que esta última sería más relevante para quienes, al menos por ahora, están perdiendo la confrontación legal.

Con independencia de los ánimos con los cuales una y otra parte acuden a este episodio, lo más importante es que las autoridades educativas estatales garanticen la educación de las niñas y niños que asisten al nivel básico de educación y ayer arrancaron sus clases.

Se ha dicho en este sentido que se organizará una colecta entre las familias de Coahuila para acopiar los libros del ciclo escolar anterior y usarlos en sustitución de los nuevos, cuya distribución se frenó. Adicionalmente, la SEDU ha ordenado la elaboración de cuadernillos de apoyo que estarían distribuyéndose de forma trimestral a partir del próximo mes de septiembre.

Todo indica, sin embargo, que durante los primeros días de clases del ciclo recién iniciado quienes se encuentran al frente de los grupos, en las escuelas públicas coahuilenses, no contarán con material de apoyo para el desarrollo de sus clases.

En principio eso no parece un problema grave, pues para las primeras tres semanas del calendario escolar se ha previsto la realización de ejercicio y pruebas de diagnóstico a fin de evaluar el nivel con el cual cada alumno ha llegado al arranque del ciclo.

Sin embargo, dado que el litigio por los libros podría consumir la mayor parte de los 190 días previstos para el recién iniciado calendario escolar resulta indispensable que se defina una ruta clara para todo el período, pues de otra forma se estaría poniendo en riesgo el progreso educativo de los estudiantes.

La pandemia ya produjo un retraso relevante en todo México y la peor parte la llevaron los hijos de las familias más pobres. No podemos sumar un tropiezo más en este sentido pues eso implicaría contribuir a ensanchar la brecha entre quienes sólo tienen la escuela pública como opción educativa y quienes pueden pagar educación privada.