40 años de “La Vida de Brian”

Estos días de Semana Santa es tradición ver en canales de señal abierta o de paga clásicos relacionados a íconos religiosos de “El Mártir del Calvario” (Miguel Morayta, 1952) a “Ben-Hur” (William Wyler, 1959).

Sin embargo, así como ocurrió con la satanizada obra maestra de temática religiosa de Martin Scorsese “La Última Tentación de Cristo”, de 1988, que por su narrativa según fanáticos ignorantes como lo comentamos en su momento se tardó cuando menos una década en ser estrenada en México en su caso en formato de video, a Saltillo nunca llegó a exhibirse en pantallas locales una comedia que este año está cumpliendo 40 años de haberse estrenado a nivel mundial, y que a nuestro país llegó hasta que terminó el censurable sexenio lopezportillista debido a que la entonces titular de Radio, Televisión y Cinematografía (RTC), Margarita López Portillo, a la manera de la Santa Inquisición, detuvo exhibiciones desde producciones nacionales (“La Viuda Negra”, de Arturo Ripstein) por incluir elementos religiosos.

El filme al que nos referimos es “La Vida de Brian” (“Monty Phyton´s Life of Brian”), película dirigida por Terry Jones que para fortuna de quienes como un servidor no pudios verla en su momento porque la limitada distribución nacional de 1983 no le permitió ver la luz en pantallas de la localidad está disponible en plataformas como Amazon Prime o Netflix para poder disfrutarse por católicos y cinéfilos de libre pensamiento puesto que, como sucedió con la mencionada “La Última Tentación de Cristo”, en lugar de atentar contra la fe católica como parece hacerlo en la superficie en realidad afianza más las creencias y mensajes que esta religión hace en su reflexión y predicación con su respectivo ejemplo.

Lo que sucede es que “La Vida de Brian” inicia con la llegada de los Reyes Magos al establo donde yace un niño pero con una mujer que a todas leguas es un actor interpretando a la madre del niño de nombre Brian quien al descubrir que los recién llegados traen consigo regalos de mucha valía material es lo que pretende quitarles cuando ellos se dan cuenta de que se han metido al establo equivocado puesto que es el que está iluminado por una estrella que está al lado en donde está el niño al que vienen a adorar.

Ese es tan solo el detonador de la historia de Brian de Nazareth (Graham Chapman), ya que 33 años después sigue siendo confundido con Jesús, en lo que él se une a un frente de resistencia política de judíos que busca abolir la opresión romana y esta actividad y proselitismo lo encamina a convertirse en un falso profeta sin proponérselo, llegando a concluir su misión en este mundo en el marco de una multitudinaria crucifixión con una narrativa muy similar a la que protagonizó Jesucristo.

“La Vida de Brian” sigue teniendo la frescura y la vigencia que tiene toda obra de calidad que resiste el paso del tiempo sobre todo en una sociedad como la actual que parece no aprender de su pasado más próximo, así como la oportunidad de disfrutar quienes los desconocen o conocen muy poco al legendario grupo de comediantes británicos de Monty Phyton al que pertenecieron creativos de la talla del director Terry Gilliam o actores como John Cleese y Michael  Palin (“Los Enredos de Wanda”).

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Alfredo Galindo
CINELECTRÓNICO