Ahorrar centavos y gastar pesos

Politicón
/ 8 noviembre 2015

Por Amanda Azpiri (Presidenta de Escuchar es lo Máximo A.C.)

Una de las máximas en los servicios de salud es la prevención. Salvo los padecimientos que escapan a ésta; la detección temprana y el tratamiento oportuno son esenciales para una cura o control. 

En el caso de la hipoacusia o sordera desde el nacimiento, que nos ocupa en Escuchar es lo Máximo A.C., esta regla es absolutamente válida. 

En México, tres de cada mil bebés nacen con problemas de audición cada año. Algunos no escucharán nunca a menos que sean tratados con soluciones específicas, desde auxiliares auditivos hasta un implante coclear acompañado de rehabilitación. 

Un bebé que no oye no podrá aprender a comunicarse, para aprender a hablar necesita oír. No aprenderá a leer ni a escribir. Tendrá serias desventajas. 

El tiempo es crucial. La plasticidad cerebral para aprender a hablar es entre 0 y 5 años. Después, aun con un implante coclear, difícilmente alcanzará el nivel de lenguaje de un normoyente. Si un niño nace con defectos auditivos debe detectarse oportunamente. 

La buena noticia es que existe la prueba del tamiz auditivo neonatal. Desde 2007 es un derecho. Debe aplicarse obligatoria y gratuitamente en los hospitales públicos a las pocas horas de nacimiento o antes de los tres meses. 

La Norma Oficial Mexicana 034-SSA2-2013 especifica que, en toda unidad de salud donde ocurran partos o se atienda a recién nacidos, debe realizarse el tamiz auditivo neonatal antes de dar de alta al menor o de los siete días de vida. Es una ley que debe exigirse. 

En Escuchar es lo Máximo nos preocupa la declaración de José Luis Lezana, coordinador de la clínica Fibrosis Quística del Hospital Infantil de México. En septiembre afirmó que se hará un recorte a las pruebas del tamiz ampliado neonatal y el tamiz auditivo en los hospitales públicos por falta de recursos. 

Además de contravenir la ley, es inaceptable para los niños que no serán atendidos a tiempo y para sus familias.

Denota falta de visión a largo plazo, se piensa en ahorrar centavos para después gastar pesos. Los niños con problemas de audición que no sean tratados representarán un gasto mayor que el supuesto ahorro que se obtendría. 

Exhortamos a las autoridades a cumplir con su obligación de garantizar la salud. Ofrecemos nuestra cooperación para ayudar, como sociedad civil organizada, a que la ley se cumpla. 

www.escuchareslomaximo.org.

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