Distanciados, pero común unión contra la pandemia que azota el mundo
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ADJETIVACIONES
Han surgido adjetivaciones concomitantes.
Se pegan automáticamente a un sustantivo y ya no lo sueltan. Si se trata de crimen siempre hay que añadirle “organizado”. Si se trata de semana anterior a Pascua, hay que llamarle “semana santa” y si es el virus SARS-COV-2, que causa la enfermedad COVID-19, hay siempre que coronarlo lingüísticamente.
Es un tipo de veneración inconsciente que reconoce poder, excelencia o peligrosidad. Aunque la organización no sea para fines socialmente aceptables. Aunque la excelencia hebdomadaria no se refleje en actividades precisamente espirituales sino vacacionales, con sus consabidos excesos y despilfarros. Y aunque lo peligroso no afecte solamente a carteras, bolsillos y portamonedas o paliacates, sino a algo tan constante e indispensable como el respirar.
EMBUDOS DESECHADOS
Lo ancho para arriba y lo angosto para abajo. Es el contraste de la desigualdad que produce opulencia y miseria. Es propiciar el crecimiento tumoral sin distribución orgánica. Son los rescates de fortunas y no de familias excluidas. Se desechan ahora esas estructuras de embudo que llegaron al extremo de trasladar deudas privadas a deuda pública. Atender en primer lugar a las bases excluidas de los bienes básicos es sanación social y virtud política.
Si lo acumulado se reparte, si las percepciones mayores y los márgenes de ganancia se disminuyen, si se evitan las concentraciones monopólicas de ingreso y hay más esplendidez para la elevación humana y la suficiencia decorosa de quienes hacen posible las prosperidades de los ya prósperos, se puede humanizar la convivencia y evitar la violencia que destruye la paz.
SUFICIENCIA IMPORTADA
En etapa de mayor contaminación se requerirá mucha orientación dirigida a la atención hogareña para la inmensa cantidad de casos de contagio en que no hay gravedad. No sólo la confinación actual del “quédese en casa” ayudará. Sino también el “no venga a hospitales” de después, si no se inicia complicación, como lo han recomendado los expertos. La mayoría estará formada por casos desechados y por curados en casa.
Completar equipos nacionales con especialistas de otros países logrará la suficiencia importada. Se irá ampliando la actitud internacional del compartir que no busca beneficiarse del dolor ajeno, sino practicar esa gratuidad solidaria y generosa que, en estas tierras de inundaciones, temblores y huracanes, se ha visto tantas veces repetida.
RESGUARDO DOMÉSTICO GENIAL Y FATAL
Por la red social han circulado las comunicaciones de los ocios sin pasatiempos.
El verdadero ocio que niega el negocio es el inteligente y sano empleo del tiempo libre por quienes tienen espacio acogedor de convivencia. Se acaba la improvisación caprichosa y se crea una secuencia sabia de intercambio y comunicación, de recreación interesante, de estudio bien escogido y de espiritualidad adaptada. Se reparten tareas y responsabilidades y se cuida el ambiente de alegría.
La fatalidad de una cuarentena se experimenta por las comunidades familiares más o menos numerosas. El espacio es limitado y sólo se emplea para comer y para dormir. El “quédese en su casa” es insoportable para quienes la “casa” es escasa y se vive en constante hacinamiento, especialmente en clima veraniego sin ventilación ni aire acondicionado.
DIETA MENTAL SANA
No alimentarse de la basura de miedos, enojos y tristezas.
Buscar buenos frutos para un menú nutritivo. Fomentar pensamientos de amor, alegría, paz, paciencia, afabilidad, bondad, mansedumbre, fidelidad y dominó de sí mismo. Son frutos muy sanos y saludables, ¿saben por qué? Porque son los frutos del Espíritu. Lo pueden consultar en su Biblia familiar o personal (Carta de San Pablo a los Gálatas, capítulo 5, verso 22 y siguientes).
Seguirá el desierto cuaresmal y los próximos pasos requieren fortaleza de defensas corporales, precauciones exteriores estrictas y una dieta mental sana que no admita contaminaciones...