Iniciativa ciudadana contra la corrupción

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La corrupción es uno de nuestros jinetes apocalípticos ancestrales, que ha estado presente en nuestra historia
Sin duda la corrupción es uno de nuestros jinetes apocalípticos ancestrales, que ha estado presente en nuestra historia desde el momento en que fuimos una Colonia. En términos republicanos, se manifestó desde que somos país independiente.
No es un problema exclusivo de México, es un fenómeno con saldos negativos que afecta a todos los países del mundo, sin embargo en algunos sistemas políticos es un tema controlado y en otros es un conflicto desbordado y sin fin.
La evidencia demuestra que los países que tienen en lo general más educación, tienen más desarrollo económico y también menos corrupción, dado que sus leyes e instituciones funcionan satisfactoriamente y frente a estos posibles hechos, son muy contundentes para investigar y sancionar con todo el rigor, prácticas indebidas y ventajosas que únicamente favorecen el interés de unos cuantos en detrimento del interés de la mayoría. El arreglo es claro, al atacar la corrupción, se defiende el interés público, necesario para tener seguridad y confianza en todo gobierno que habla y actúa en nuestro nombre y con nuestro dinero.
En principio, hay corrupción porque es parte de la condición humana, homo homini lupus, el hombre es el lobo del hombre de diversas formas, tanto en la esfera de lo público como de lo privado, se presentan actos en donde hay abusos y ventajas indebidas e ilegales para favorecer ambiciones sin control que afectan al interés público.
Decía Madison, que si los hombres fuéramos ángeles no se necesitarían de leyes e instituciones que previnieran, limitaran, supervisaran y sancionaran el mal comportamiento del mal gobierno. Y es cierto, fue gracias a las leyes e instituciones bien ensambladas y observadas que el problema del abuso de poder y de la corrupción se controló notablemente. De tal manera que la corrupción debe ser vista como un problema estructural, legal e institucional que funciona bien cuando hay incentivos apropiados para hacer valer la ley.
En este mismo ánimo, un grupo de ciudadanos, encabezado por el IMCO y Transparencia Mexicana, ha presentado al Legislativo, una iniciativa de ley que tiene como propósito fundamental, mejorar la regulación anticorrupción para reducir y limitar tantos actos de ilegalidad como sea posible, por medio de una ley que han titulado 3de3.
En realidad el título de la iniciativa no refleja la importancia de toda la propuesta. Creo que es una legislación muy solida, consistente con nuestro marco Constitucional y con las figuras que hacen falta para impulsar un nuevo momento legal en donde el abuso sea sancionado ejemplarmente.
Tiene la característica de ser una Ley General, lo cual celebro, porque por esta vía legislativa, se podrán homologar y observar por igual en toda la república, los mismos derechos y obligaciones para todos los funcionarios públicos, sean éstos del ámbito federal, estatal o municipal. En otras palabras, con esta inteligente sugerencia, en el futuro será más difícil encontrar a exgobernadores como Moreira o Padrés, que al haber justificado la base de un federalismo mal entendido, se autoabsolvieron de posibles sanciones de responsabilidad, porque sus leyes locales no cuentan con procesos o figuras que reconozcan sus posibles excesos.
Sería recomendable que en el proceso legislativo en el que habrán de trabajar en próximas fechas los legisladores federales, incluyan una sección de rendición de cuentas y control para que los propios funcionarios encargados de velar por la adecuada implementación de la ley, sean también supervisados y fiscalizados con los mismos estándares sugeridos. Una manera de responder a la pregunta, quien vigila a los que vigilan y de qué manera.
La Ley 3de3, es una esperanza hacia el futuro que puede cambiar inercias y comportamientos que han afectado nuestras alternativas para el desarrollo.