La tercera es la vencida
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Con un Trump, incapaz de desarrollar una política exterior coherente el “Reloj del Día del Juicio Final” se mueve decididamente a la medianoche.
La primera bomba atómica de la historia, fue probada un 16 de julio de 1945 en el desierto de Nuevo México en Estados Unidos. La explosión considerada como “exitosa”, fue la culminación de años de investigaciones de EU, que bajo el “Proyecto Manhattan”, se desarrolló con un grupo de científicos de las universidades de Columbia, Princeton y California. La historia cita que cuando el físico Robert Oppenheimer, líder del proyecto Manhattan atestiguó la prueba, citó un antiguo texto hinduista, el Bhagavad Gita y dijo: “Ahora me he convertido en la muerte, destructora de mundos”.
Era una bomba de plutonio similar a la que tres semanas más tarde fue lanzada sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki causando la muerte de 220 mil personas, la mayor parte de ellos incinerados de inmediato. Pero el poder nuclear mostrado sobre Japón, desarrollo más armas nucleares, cada una, más potente que la anterior. Estados Unidos y la ex Unión Soviética se embarcaron en una carrera armamentista que no se ha detenido y a la que luego se sumaron países como China, Francia, Corea del Norte, Inglaterra, India, Pakistán e Israel, todos con suficientes bombas para destruir 100 veces nuestro planeta.
Fue por eso que en el año de 1947, un grupo de científicos preocupados por los estragos que sus creaciones podrían causar a la tierra, desarrollaron un proyecto al que llamaron “Reloj Nuclear”, uno que mostraba un tic-tac que cuanto más se acercaba a la medianoche, mayor era la posibilidad de una conflagración atómica mundial.
El reloj mueve sus minutos y segundos luego del consenso al que llegan una Junta de Ciencia y Seguridad compuesta por 19 expertos en política nuclear, seguridad cibernética, físicos y científicos ambientales, evalúan las posibilidades de un probable “Apocalipsis”. Lo hacen mediante un análisis geopolítico sólido, el referente de las principales amenazas a las que se enfrenta la humanidad.
Con los años, los científicos agregaron la amenaza del cambio climático que también ha aumentado el riesgo de aniquilación global con huracanes, olas de calor, incendios forestales, emisiones de gases de efecto invernadero en aumento y la disminución de la capa de hielo del Ártico.
Y bueno, pues resulta que este panel de expertos se reunió hace unos días y decidió mover el minutero de este “Reloj del Juicio Final”, colocándolo a solo dos minutos para la media noche. La última ocasión en que este reloj llegó a los dos minutos para la media noche fue en 1953 después de que Estados Unidos y la entonces Unión Soviética probaron casi al mismo tiempo la bomba de hidrógeno. Lo movieron dicen ellos, por el progresivo conflicto que podría incluir armas nucleares entre Irán y los Estado Unidos de América y sus los liderazgos impredecibles de dos hombres: Hasan Rohani y Donald Trump, ambos autodenominados líderes supremos de sus respectivos países.
Luego del asesinato del general de la Guardia Revolucionaria de Irán, Qasem Soleimani, el presidente persa, Hasan Rohani, advirtió que Estados Unidos será “testigo de las consecuencias. “Los estadounidenses no se dieron cuenta del gran error que cometieron (...) Sin duda EU es hoy mucho más odiado (que antes) entre la gente de Irán e Irak”.
Esto no ha hecho más que calentar una situación altamente peligrosa. Con un Trump incapaz de desarrollar, coordinar y comunicar claramente una política exterior coherente, mucho menos nuclear, la escasez de diplomacia de su gobierno y el fanatismo iraní, el “Reloj del Día del Juicio Final” se mueve decididamente a la medianoche.
Ellos aseguran que el reloj es una metáfora adecuada que nos recuerda los tiempos de la guerra fría en donde los riesgos de una aniquilación nuclear global en un abrir y cerrar de ojos, estuvo varias veces a la vuelta de la esquina. Ahora estamos en la misma situación y muchos hablan de una posible tercera guerra mundial. Ya la historia nos ha dicho mucho sobre la catástrofe que para la humanidad resultaron las primeras dos guerras mundiales y como el reloj parece no querer detenerse, es prudente citar al científico Albert Einstein cuando le preguntaron sobre esa posibilidad y respondió “No sé cómo será la tercera guerra mundial, sólo sé que la cuarta será con piedras y lanzas”.
@marcosduranf