Me engaña… ¿y ahora, qué?
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TEMAS
ESTIMADA ANA:
Pues aunque él lo niega y lo niega, ya más pruebas no puedo tener, pero como (afortunada) o desafortunadamente trabajo yo en la computadora de mi novio, le sigo encontrando fotos de su ex-amante.
Además leí una carta (muy larga) que él le escribió y para nada se ve que la esté cortando. De hecho, él un día estaba enojado y me dijo que por estar conmigo no tenía por qué dejarle de hablar, ni de mantener contacto (claro, cuando siempre su contacto ha sido meramente sexual) y dijo: no la quiero dejar porque ella está sola. ¡Ay, pobrecita!, sólo vive con un hombre y su hijo y ya no es feliz, ¡por eso busca a mi novio!
Ahora, cuando él está de buenas me dice: “no, ya no tengo que ver nada con ella”, pero siempre sigo encontrando fotos de ella entre sus cosas. Así que puedo decir: sí me engaña y ¿ahora qué?
Hemos tenido mucho trabajo para poder lograr vivir juntos y justo ahora ya casi tenemos nuestro pequeña casa amueblada, porque fuera del tema de la infidelidad, en general todo marcha bien, pero bueno… ¿Qué hago? Me engaña… ¿y ahora, qué?
Zoila
ESTIMADA ZOILA:
Él no te engaña, te engañas tú sola, porque sabes la verdad y sigues ahí. La otra mujer no tiene la culpa, no traslades una responsabilidad que solo es de él.
Dado que tienes una casa y te gustaría vivir con él, porque aparte del “insignificante” detalle de la infidelidad, el es “perfecto”, pues es fácil: acepta que tu pareja es bígamo y deja de sufrir. Total ¿qué más te da? ¿Vas a dejarlo acaso? Pues entonces, vive en consecuencia.
Ahora que si no quieres que sigan así las cosas, piensa libremente si en verdad quieres seguir viviendo con un hombre mentiroso, deshonesto, desleal y traidor, o prefieres convertirte en una mujer engañada y además, muy consentidora, viviendo juntos en una pequeña casa amueblada.
Ese hombre, ni te ama, ni te respeta. Parece que no tienes amor propio ni respeto por ti misma y por eso pretendes seguir con él. Eso sí, convertida en su policía personal.
ANA
Experimentando la pobreza…
Un hombre muy rico chino envió a su hijo a la zona rural, quería que experimentara la pobreza. Su hijo vivió con una familia en la zona rural durante unos días y cuando regresó a casa, tuvo la siguiente conversación con su padre.
Preguntó el padre: así que ¿cómo has estado?
El hijo le dijo: “Creo que muy bien.”
¿Cuál es la diferencia entre nuestra casa y su casa?, -preguntó el padre.
¡Guau! Hay un montón de diferencias, con entusiasmo, el hijo continuó: -Tenemos un perro en casa, pero ellos pueden tener cuatro.
Hemos purificado agua en la piscina, pero ellos tienen un gran estanque con agua fresca y clara, incluso ¡hay peces allí!
Nosotros tenemos bombillas en nuestro jardín, mientras que allá, la luna y las estrellas brillan en sus campos por la noche.
Nuestro jardín está limitado por las paredes, pero el suyo es ilimitado. Su jardín se extiende hasta el borde del cielo.
Escuchamos los CD’s de vuelta a casa, sin embargo, allá escuchamos a los trinos de los pájaros y otros sonidos naturales.
Nuestra casa está rodeada por muros, pero allá son siempre bienvenidos los amigos, por lo que su puerta siempre está abierta.
En la ciudad, los teléfonos celulares y las computadoras nos conectan; allí, la gente está conectada estrechamente con la naturaleza y sus familias”.
El padre estaba muy sorprendido por lo que dijo el hijo, quien terminó diciéndole: “Papá, gracias por dejarme saber que no somos ricos”.